Ataques personales e interrupciones constantes, así ha sido el primer debate entre Trump y Biden
En Estados Unidos el primer debate electoral, cara a cara, entre el candidatos republicano, Donald Trump, y el demócrata, Joe Biden, ha sido muy bronco y ha estado marcado por los ataques personales e interrupciones constantes.
Esta madrugada ha tenido lugar el primero de los tres debates electorales en EEUU entre el candidato republicano y actual presidente del Gobierno, Donald Trump, y el candidato demócrata, Joe Biden. El encuentro ha estado marcado por los ataques personales y las interrupciones constantes.
Debate bronco, este primero que ha tenido lugar en Cleveland, en el que Donald Trump ha advertido de un posible fraude electoral, que ha acusado además de corrupción al hijo de Biden y que el candidato demócrata le ha llamado al presidente "payaso", aunque ha rectificado inmediatamente, y le ha causado de gestionar rematadamente mal la crisis del coronavirus.
"El debate en Cleveland ha sido un horror, algo difícil de ver durante 90 minutos", explica el corresponsal de Onda Cero en Estados Unidos, Agustín Alcalá. El presidente de EEUU ha estado constantemente interrumpiendo al moderador y a su contrincante, "hablando sobre ellos, abusando de ambos", dice.
"Donald Trump ha demostrado que no tenía interés alguno en explicar por qué quiere pasar otros cuatro años en la Casa Blanca y que no estaba preparado para hablar de los temas sobre los que ha sido preguntado en este debate que ya es, claramente, el peor de la Historia", dice.
El moderador, Chris Wallace, un veterano de mil entrevistas, no se había visto en una situación como la que ha vivido. Ha tenido, incluso, que elevar la voz y decirles a los candidatos: "Señores".
En cualquier debate normal si los candidatos llaman a su rival 'racista, payaso, tonto, mentiroso, el peor presidente de la Historia' y le manda callar varias veces, hubiera sido un escándalo, pero Biden lo ha hecho y nadie le ha criticado".
El aspirante demócrata ha señalado mirando directamente a la cámara, dirigiéndose directamente a los norteamericanos que con Trump al frente, la Casa Blanca está más débil, enferma y dividida. Por su parte, Trump ha estado mejor cuando ha hablado de la ley y el orden, pero ha perdido cuando se ha comportado de una forma que no se espera del presidente de Estados Unidos.
"Quedan otros dos debates presidenciales y los norteamericanos deben estar preguntándose si merece ver este espectáculo una vez más", concluye Alcalá.