Con motivo de las sanciones impuestas a Rusia por haber invadido Ucrania, Estados Unidos busca ampliar la lista de países proveedores de petróleo. Por ello, la delegación estadounidense en Caracas ha mantenido una reunión con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, siendo esta la primera visita de altos cargos estadounidenses al país en años y rompiendo así con las sanciones impuestas en 2019 por el gobierno de Donald Trump.
Desde la Casa Blanca, la portavoz, Jen Psaki, a remarcado la importancia de reducir el impacto de la invasión rusa en el mercado mundial del petróleo y ha confirmado que "el propósito del viaje (a Venezuela) era discutir diferentes temas, entre ellos desde luego la seguridad energética".
No se puede estar a favor de una guerra que afecte a nuestra paz
Tras la reunión de dos horas, que Maduro ha calificado como "respetuosa, cordial, muy diplomática", el venezolano ha explicado que espera avanzar en una agenda de paz y de respeto: "Hemos acordado trabajar en una agenda desde el respeto y la esperanza del mundo, para así poder avanzar una agenda que permita el bienestar y la paz de los pueblos de la región".
Además, ha remarcado que "es el tiempo de la diplomacia, de la palabra, de la verdad y para reconstruir la paz". También se ha vuelto a posicionar en contra de la guerra iniciada por Vladimir Putin en Ucrania, alegando que "no se puede estar a favor de una guerra que afecte a nuestra paz" y ha añadido: "Tenemos que expresar que estamos gravemente preocupados por la posibilidad de una guerra en Europa y una extensión a otras regiones del mundo de esta confrontación armada".
Venezuela estará al frente en las iniciativas para estabilizar el mercado petrolero
Situación que el presidente venezolano ha aprovechado para expandir su venta de petróleo. "Estamos activados en el tema energético. Venezuela estará al frente en las iniciativas para estabilizar el mercado petrolero", ha declarado. Asimismo, ha recordado que Venezuela tiene capacidad suficiente como para aumentar su producción de crudo a más de 3 millones de barriles diarios "si hicieran falta para la estabilidad del mundo".