El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, ha calificado el intento de golpe de Estado que sufre el país como un regalo de dios que permitirá limpiar el Ejército. "Este levantamiento, este movimiento es un gran regalo de dios para nosotros. Porque el Ejército será limpiado", afirmó el mandatario en rueda de prensa al poco de aterrizar en Estambul, asegurando que los golpistas pagarán cara su "traición".
Erdogan ha sido recibido por una multitud a su llegada a Estambul, una vez sofocado el golpe de Estado lanzado a última hora del viernes por un grupo de militares.
Ha aterrizado en el aeropuerto internacional de Ataturk procedente de la localidad turca de Bodrum, donde se encontraba de vacaciones.
Decenas de personas le esperaban a la entrada entre gritos de "fuera soldados". Según las imágenes difundidas por las televisiones locales, los manifestantes se han subido a los tanques.
El jefe de Estado había llamado a los turcos a echarse a las calles de Ankara y Estambul para repeler la intentona golpista, prometiendo que a lo largo de la noche se sumaría a ellos. Los turcos han respondido a la convocatoria de Erdogan y se han concentrado en puntos simbólicos de ambas ciudades, incluida la plaza Taksim de Estambul, a la espera de que fracasara el golpe.
El Gobierno de Binali Yildirim ha asegurado que la situación ya está controladaen gran parte, aunque se han producido enfrentamientos en algunos puntos de ambas ciudades.