Enrico Letta, la primera víctima del ciclón de la extrema derecha en Italia

Enrico Letta, secretario general del Partido Demócrata (PD) ha anunciado su decisión de no volver a presentarse a la dirección del partido. Su decisión viene acompañada de la promesa de actuar como una oposición "dura e intransigente" ante el resultado "insatisfactorio" que ha obtenido su formación en las elecciones.

Los resultados de las elecciones generales del domingo han dado una clara victoria a la líder nacionalista de los Hermanos de Italia de Italia, Giorgia Meloni, que se ha posicionado como la primera fuerza política del país.

La coalición de la derecha, formada por Hermanos de Italia (FdI), Liga y Forza Italia (FI), se impuso en las elecciones generales con el 44,1 % de los votos, mientras que el ultraderechista FdI de Giorgia Meloni es el partido más votado del país con el 26,2 %, por lo que será ella la encargada de formar el Gobierno.

El Partido Demócrata, el más perjudicado los últimos años

Letta no es el primero en sufrir los efectos del auge de la extrema derecha en Italia. Walter Veltroni, Luigi Bersani, Matteo Renzi, Maurizio Martina y Nicola Zingaretti son otros nombres de secretarios generales que han ido quedándose por el camino debido a los malos resultados de estos años. Los comicios del año 2018 se saldaron con uno de los peores resultados de la historia del centroizquierda, con un 18,7% de las papeletas.

Este año se esperaba que Letta pudiera posicionarse como claro y fuerte opositor, con un 24% de los votos de la ciudadanía italiana, aunque finalmente no ha logrado superar la "línea de flotación" del 20%. Las generales han dejado al PD muy debilitado, ya que únicamente ha podido lograr un 19,2% de las papeletas.

Nunca antes el parlamento había tenido tan pocos diputados y senadores de la formación, cerca de 120, debido al último cambio realizado a la ley electoral. Frente a este fracaso electoral, Letta ha asegurado frente a la prensa que no su partido no dejará que "Italia salga del corazón de Europa y de los valores europeos".

Letta había vuelto al PD después de "la gran traición". En las elecciones del 24 de febrero de 2013, ganó el PD, que no pudo gobernar al no tener la mayoría. Ante el estancamiento, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, le dio a Letta la tarea de formar un ejecutivo de amplios acuerdos, que incluía al Partido Demócrata, el Pueblo de la Libertad, la Unión de Centro y Elección Cívica.

Su Gobierno duró menos de un año, cuando Matteo Renzi, que acababa de convertirse en secretario del PD, comenzó una campaña contra el primer ministro, al que la dirección le retiró su confianza el 13 de enero de 2014, decretando "la necesidad y urgencia de abrir una nueva etapa, con un nuevo ejecutivo". Letta renunció antes de elegir el "exilio" de París.

Dejando paso a los jóvenes

Durante una rueda de prensa realizada ayer, Letta aseguró que su intención al coger las riendas del partido el 14 de marzo era "mantener al PD unido y salvarlo de la desintegración" y "preparar una próxima legislatura" que ensalzara los "valores progresistas". Aprovechó para analizar los resultados obtenidos, señalando que"no logró" su segunda meta aunque todavía son la "primera fuerza de la oposición" y tratarán de trabajar para construir "lo que no ha sido posible esta vez".

También mostró "un profundo y personal arrepentimiento" ya que se toma de manera "personal" que la consecuencia de estas elecciones sea el Gobierno más a la derecha de la historia de su país.

Calificó la falta de votos como un "estímulo" para su partido indicando que que en los próximos días se acelerarán los trámites para el congreso previsto para marzo. El congreso actuará como "una profunda reflexión sobre lo que es y lo que quiere ser el Partido Demócrata", adelantó Letta.

"Con espíritu de servicio, garantizaré el liderazgo del PD de cara a este congreso, en el que no me presentaré como candidato, creo que corresponde a las nuevas generaciones construir el Partido Demócrata del futuro", agregó, antes de considerarlo "un gesto de amor" hacia su formación.

Stefano Bonaccini, presidente de Emilia-Romaña, parece ser uno de los candidatos más sonados para suceder a Letta aunque también se habla de una posible candidatura por parte de su adjunta, Elly Schlein. Esta se ha convertido en uno de los personajes más icónicos de la izquierda y de los derechos LGTBQ+.

Andrea Orlando, ministro de Trabajo actual, y el subsecretario Peppe Provenzano también podrían presentar una solicitud.