Dinamarca quitará las ayudas públicas a los inmigrantes sin trabajo
Esta nueva medida obligará a los inmigrantes a trabajar como mínimo 37 horas semanales y tiene como objetivo su integración en la sociedad.
La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha anunciado que los inmigrantes que no trabajen y, por lo tanto, no coticen en el sistema público, dejarán de recibir las ayudas públicas y los subsidios. Esta nueva norma entra dentro de su política restrictiva con la inmigración, según ha informado el diario ABC.
Según la socialdemócrata, "durante demasiados años hemos hecho un flaco favor a muchas personas al no pedirles nada". Además, el ministro de Trabajo, Peter Hummelgard, considera que "lo más importante" para ellos "es que la gente salga de sus hogares".
Frederiksen ha presentado estas medidas para aumentar la integración de los inmigrantes en la sociedad y al mismo tiempo busca equilibrar un sistema social en el que sostiene que hay demasiadas ayuda a los inmigrantes y refugiados. Por ello, la primera ministra ha explicado que quieren "introducir una nueva lógica de trabajo en la que las personas tienen el deber de hacer una contribución y ser útiles" y ha añadido que "si no pueden encontrar un trabajo regular, tendrán que prestar algún otro tipo de servicio para obtener sus subvenciones".
Deberán trabajar como mínimo 37 horas semanales
Esta nueva norma va dirigida a aquellos inmigrantes que llevan tres o cuatro años recibiendo ayudas del estado y no tienen un cierto nivel de escolaridad ni conocimiento del idioma oficial, el danés. Según estas nuevas condiciones, deberán tener una jornada laboral de, al menos, 37 horas semanales, aunque no especifica qué tipo de trabajo deberán desempeñar, el ministro de Trabajo ha comentado que "puede ser un trabajo en la playa en el que se recogen colillas de cigarrillos o plásticos, o ayudando a resolver diversas tareas en una empresa".
Entre los objetivos del gobierno danés están reducir a cero el número de solicitantes de asilo en el país y aumentar la tasa de empleo entre las mujeres procedentes de Oriente Medio, África del Norte y Turquía. El pasado junio, el gobierno de centro-izquierda aprobó la Ley de Asilo, un proyecto de ley (70 votos a favor y 24 en contra) por la que se puede deportar a los solicitantes de asilo fuera de la Unión Europea mientras se esté tramitando de su solicitud o hasta conseguir el estatus de refugiados.
Por su parte, la izquierda danesa ha criticado estas nuevas medidas, la portavoz de Folketing, Mai Villadsen, sostiene "que esto conducirá a un dumping social patrocinado por el Estado".