El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne este viernes, con carácter de urgencia para tratar los últimos ataques sufridos en el Líbano contra miembros de Hezbolá, que han dejado ya 37 muertos, muchos de ellos civiles, y que ha sido unánimemente atribuidos a Israel, aunque no haya habido reconocimiento expreso por su parte.
La reunión fue solicitada por el gobierno libanés a Argelia como miembro árabe del Consejo en este momento, y aceptada por la presidencia de Eslovenia. Tendrá lugar mañana a las tres de la tarde hora local, según confirmó el portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric.
El mismo portavoz confirmó que el secretario general António Guterres está siguiendo muy de cerca los acontecimientos en la región y permanece "en contacto constante con los actores involucrados para instarles a la contención y la calma".
"Hay que terminar con este ciclo de violencia urgentemente, dijo el portavoz, visto lo que ayer sucedió; el intercambio de fuego a través de la Línea Azul (frontera libanesa israelí) y la creciente retórica" de odio entre las partes.
Añadió que en las hostilidades entre Hezbolá e Israel "el secretario general no tiene una varita mágica", y urgió a los estados miembros a "ejercer una influencia positiva para evitar el agravamiento" de las situación.
Sobre cómo este repunte de hostilidades está afectando a la misión de la ONU en el sur del Líbano (UNIFIL), reconoció que ayer un vehículo de la misión fue apedreado, pero nadie resultó herido, y pidió que los cascos azules "no sean intimidados, ni amenazados, ni objeto de ataques", para que puedan seguir con su misión de mantenimiento de la paz "en estas circunstancias extremadamente difíciles".
Por su parte, el líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, ha dicho en un discurso ante sus seguidores que "el enemigo (Israel) ha superado en esta operación todos los límites, las leyes y las líneas rojas, sin importarle nada en absoluto", dando a entender que podría haber una respuesta por su parte.
Los ataques continuaron de otra manera en la línea fronteriza, pues el Ejército israelí bombardeó la tarde del jueves diferentes "objetivos" de la milicia de Hezbolá en el sur del Líbano, mientras en el país aumenta la incertidumbre sobre si esto será o no el preludio de una guerra abierta.
En un comunicado difundido a las 13.39 GMT, el Ejército israelí dijo estar "atacando en estos momentos objetivos de Hezbolá en el Líbano para dañar y destruir" capacidades e infraestructura de la milicia proiraní, y calificó estas actividades como requisito para cumplir con los objetivos de la guerra en Gaza.