El secretismo sobre la salud de la reina Isabel II de Inglaterra era la consigna. Como si por no hablar de ello se fundamentara su inmortalidad.
La política de secretismo, sin embargo, no había sido la misma con el consorte, el príncipe Felipe de Edimburgo, operado de corazón en marzo de ese mismo 2021 y que moriría en abril siguiente. La opinión pública fue sobradamente informada de las muchas veces que tuvo que pasar por el hospital en los últimos años de vida.
Pero desde que hace unas semanas se conoció que tanto el nuevo monarca Carlos III como la princesa de Gales, Kate Middleton, habían sido operados, la prensa británica no había dejado de comentar y elogiar el supuesto nuevo talante de los royals, mucho más abiertos en cuanto a informar sobre sus posibles afectaciones o enfermedades.
El Palacio de Buckingham se encargó de hacer saber que Carlos III había dicho que "quería compartir su diagnóstico [problemas benignos de próstata] para animar a otros hombres a comprobar su salud". Si éste era el propósito, lo ha conseguido, porque las búsquedas sobre revisiones de próstata han subido en dos días en Reino Unido el 242%.
Una aproximación distinta ha sido la del caso de la princesa de Gales. La publicación de la primera fotografía oficial de la Princesa de Gales y sus tres hijos desde su operación pretendía poner fin a las especulaciones sobre su estado de salud y ha logrado todo lo contrario.
Kate se ha disculpado después de que la manipulación haya llamado la atención de las principales agencias que se han negado a distribuirla por esa edición.
PA Media, la agencia más grande del Reino Unido ha señalado que "al igual que otras agencias de noticias, PA Media publicó de buena fe la imagen proporcionada por el Palacio de Kensington de la Princesa de Gales y sus hijos" pero se dieron "cuenta de las preocupaciones sobre la imagen" y buscaron "una aclaración urgente sobre la imagen del Palacio de Kensington".
En ausencia de esa aclaración, eliminaron la imagen del servicio fotográfico.
La fotografía ha alimentado las conjeturas sobre su estado de salud.
Pero las redes han ido más allá y se han atrevido a señalar que Kate habría superpuesto una foto suya, que salió en una portada de la revista Vogue, sobre su cuerpo actual. Para evidenciarlo, está circulando un vídeo en el que se aprecia la similitud. Aunque la imagen de la revista lleva sombrero y el pelo peinado de otro modo.
Estas informaciones no contrastadas abundan en la idea de presentar a Kate muy recuperada rodeada de sus tres hijos y ha ido en contra del propósito inicial
La princesa de Gales ha estado desaparecida de la vida pública desde el pasado 16 de enero, cuando se sometió a una "cirugía abdominal planificada". La falta de imágenes de Kate Middleton, su ausencia a actos oficiales y el hermetismo de la Casa Real han hecho que se disparen los rumores y las teorías de la conspiración sobre la situación de la princesa.
Durante estos dos meses, la Casa Real británica se ha limitado a decir que la recuperación de Kate "iba bien" y no ha sido hasta este lunes cuando a la princesa se la ha podido ver saliendo de Windsor junto al heredero al trono, a bordo de un vehículo y rumbo al lugar donde se celebraba una ceremonia religiosa con motivo del Día de la Commonwealth. Kate no ha asistido al acto, pero la Casa Real ha aclarado que tenía una reunión privada.
Lo cierto es que la última aparición pública como tal de la princesa fue el 25 de diciembre cuando acudió junto a su marido Guillermo y sus hijos a la iglesia de Sandringham para celebrar el día de Navidad.