El abogado de Castillo asegura que el expresidente se sintió "atontado" y por eso "leyó el discurso" del 'autogolpe' de Estado

El expresidente de Perú, Pedro Castillo, anunció un 'autogolpe' de Estado en televisión el pasado miércoles. Aquella intentona golpista no fue respaldada y el mandatario acabó destituido por el Congreso y detenido por la Fiscalía.

Mientras leía el discurso, Castillo se mostró visiblemente inquieto; le temblaban las manos sujetando el papel. El extraño comportamiento del expresidente peruano ha llevado a varios mandatarios a cuestionar su estado de salud en el momento de anunciar el golpe de Estado.

Así, el exprimer ministro de Perú, Guido Bellido, especuló este jueves acerca del "estado psicológico" de Castillo y pidió que se le realizara "una prueba toxicológica" porque podría "haber sido inducido". En la misma línea se ha pronunciado el abogado del expresidente, Guillermo Olivera, que asegura ahora que éste fue drogado con "una supuesta agua".

"Cuando el expresidente leyó el mensaje escrito por otros, unos minutos antes le dieron una bebida", comenta el abogado. "Me lo ha dicho la persona que me ha llamado. Que le dieron una bebida, una supuesta agua. Después de beber el agua se sintió como atontado. Por eso leyó", reitera Olivera.

"Todo el mundo vio que estaba leyendo de forma temblorosa e hipotetizo más, además de tembloroso, estaba un poco sedado, atontado", declaraba el letrado ante los medios.

Tras las especulaciones sobre el estado de salud del ya expresidente, un equipo médico legal de la Fiscalía se ha trasladado a la sede de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales de Perú, donde Pedro Castillo permanece detenido para realizarle un examen toxicológico, según han traslado fuentes a 'El Comercio'.

La prueba se ha llevado a cabo como parte de la investigación preliminar contra Castillo, acusado de un delito de rebelión.

"Ningún miembro del Gabinete conocía las intenciones de Castillo"

Gustavo Bobbio ha asegurado que ninguno de los miembros del Gabinete ministerial conocía las intenciones del expresidente Castillo de disolver el Parlamento e instaurar un Gobierno de excepción.

Bobbio, último nombramiento de Castillo y quien apenas ocupó la cartera de Defensa cuatro días, se ha desmarcado de las últimas decisiones del mandatario, que finalmente le sirvieron su destitución y detención.

"Si lo hubiera preparado conmigo, en primer lugar hubiera tenido que estar de acuerdo y sin duda no hubiera hecho algo tan torpe", ha señalado Bobbio en declaraciones a la emisora peruana RPP, donde ha reconocido que los ministros estaban "atónitos" viendo la deriva del mandatario.

Así, el exministro ha incidido en que durante su corto periplo como encargado de Defensa dio indicaciones claras al alto mando militar para mantenerse en todo momento "dentro de la absoluta gobernabilidad y respeto a la Constitución".

En este sentido, ha confirmado que, tras el decreto de Castillo, llamó al comandante general de Ejército para que cerrara los cuarteles a fin de evitar posibles enfrentamientos o incidentes con la población civil.