SEQUÍA

Los embalses suben, pero Cataluña y Andalucía siguen en apuros

La Generalitat decretará este jueves el estado de emergencia, que conllevará una serie de restricciones.

ondacero.es

Madrid |

Vista del pantano de Sau (Barcelona) a 22 de enero de 2024 | Europa Press

La reserva hídrica ha vuelto a crecer por segunda semana consecutiva, con un incremento de 188 hectómetros (el 0,3% de la capacidad total) y ha situado los embalses al 50,8% de su capacidad total con 28.476 hectómetros, según ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). En cualquier caso, los embalses cuentan con 299 hectómetros cúbicos (hm3) menos que las mismas fechas de hace un año y 3.366 hm3 menos que la media de la década.

No obstante, el agua embalsada en la vertiente atlántica supone el 50,8% y está algo por debajo de la registrada hace un año, con 252 hm3 menos, y con 2.098 hm3 menos que la media de los últimos diez años. En la vertiente mediterránea, la reserva se encuentra al 50,7%, con 47 hm3 menos que hace un año y 1.218 hm3 menos que la media de la década.

Por ámbitos, el Cantábrico Oriental se encuentra, al 87,7%; Galicia Costa, al 88,5%; las Cuencas internas del País Vasco, al 85,7% el Cantábrico Occidental, al 81,2%; Miño-Sil, al 82%; Ebro, al 64,4%; Tinto, Odiel y Piedras, al 70,7%; Duero, al 67,2,3%; Tajo, al 69,1%; Júcar, al 48%; Guadiana, al 32,8%; Guadalquivir, al 21,3%; Segura, al 18,1%; y la Cuenca Mediterránea Andaluza, al 18,3%. Las cuencas con menos agua embalsada son Guadalete-Barbate, al 14,6%; y las Cuencas internas de Cataluña, al 15,8%.

Cataluña decretará el jueves el estado de emergencia

El Govern ha convocado para este próximo jueves una reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía con el fin de declarar la fase de emergencia, la más grave de todas, en el sistema Ter Llobregat, que abastece más de 200 municipios del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha indicado este martes que el sistema Ter Llobregat ya está al 16,34%, muy cerca del límite del 16% para entrar en la fase de emergencia.

El 16% de la capacidad del sistema Ter Llobregat corresponde aproximadamente a 100 hm3; en estos momentos, ya está en 99,88 hm3, pero no por debajo del 16% (16,34%), aunque es "cuestión de días" que supere el umbral, ha resaltado Plaja.

En la fase de emergencia está prohibido el llenado total o parcial de todo tipo de piscinas, lo que incluye a las de hoteles y campings, con excepciones en los estadios I y II en piscinas cubiertas deportivas.

También está restringido el riego con excepciones en campos deportivos de césped natural para la práctica del deporte federado, como campos de fútbol, si se emplea agua regenerada o freática y si no supone una reducción de la disponibilidad de agua para el abastecimiento domiciliario, compensándolo con restricciones en la apertura de duchas.

En emergencia se mantiene la prohibición del uso del agua para riego de jardines y zonas verdes tanto públicos como privados, y solo se podrá hacer riego público de supervivencia de arbolado y jardines botánicos con aguas regeneradas procedentes de depuradora o con aguas freáticas, como ya hace el Ayuntamiento de Barcelona. Además, se reducirá el 80% el riego agrícola, el 25% de los consumos de agua de los usuarios industriales y recreativos.

Reuniones semanales entre Gobierno central y Andalucía

La consejera andaluza de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, han acordado este martes establecer reuniones semanales para impulsar infraestructuras frente al déficit hídrico que sufre Andalucía.

Ambas partes han acordado mantener un diálogo fluidoy con carácter semanal para, según ha explicado la consejera, “combatir con la máxima unidad de acción posible y con acciones y medidas claras y concretas los efectos de la sequía”.

Crespo ha destacado que “Andalucía es una tierra del sur, especialmente afectada por el cambio climático, por lo que el trabajo de las administraciones tiene que ser no solo el de paliar los efectos de la presente sequía, sino también preparar nuestra tierra para que afronte futuros períodos de déficit hídrico con las mayores garantías posibles”.