Madrid |
'A llorar a la llorería' es un dicho que toda persona ha utilizado para dirigirse a alguien que no para de quejarse. Incluso, es parte del estribillo de la canción 'Calle de la Llorería' con la que Rayden participó en el Benidorm Fest del pasado año. Pero, sobre todo, es el lema que utilizan Carmen Alti y José Certucha en su restaurante, 'La Llorería', que lo definen como el lugar donde uno puede olvidarse de todo disfrutando de la gastronomía.
'La Llorería' es un restaurante de barrio, con aspecto de bar o tasca madrileña, con su barra de azulejos blancos, con su carta pintada en una pizarra tras la barra y que, a partir de este martes, lucirá un Sol Repsol en su fachada. La alegría de estos dos cocineros madrileños, Carmen y José, se plasma en su cocina y se plasmaba en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel de Cartagena, donde recogieron su primera esfera de la guía naranja.
La libertad de cocinar sin ataduras y romper con lo establecido es una de las máximas que llevan a cabo en el equipo de 'La Lorrería'. Y así seguirá, según contaban a Onda Cero, en la Gala de entrega de los Soles Guía Repsol. Carmen Alti y José Certucha pusieron en marcha este proyecto en 2022 y dos años después están recibiendo un gran reconocimiento que para ellos es "la consecuencia del trabajo bien hecho y del que está por hacer".
Sin pretensiones de grandes cambios, aunque "siempre hay cambios", reconoce José y sin dejar de lado la posibilidad de que lleguen más reconocimientos de este tipo, 'La Llorería' mantendrá su concepto actual.
Una docena de platos en carta, con algunas propuestas fuera de la misma, y una cuidada selección de vinos -más de 50 referencias- es de lo que se puede disfrutar en este restorán que alberga a ocho comensales en su barra y unos doce en cuatro mesas distribuidas en este pequeño local.
La cocina de Carmen y José, junto a Jesús Encinas, es temporalidad, es técnica y es fusión. Durante el agradable servicio que ofrecen, explicando sus recetas y charlando con los comensales, se puede disfrutar de platos como el estofado de lengua de vaca, con la carne deshilachada, mejillones en escabeche y tirabeques. Un platillo potente de sabor y exquisito.
No tienen menú, se pueden elegir los platos de la carta, o bien, poner la confianza en ellos para que preparen una secuencia de varios platos a modo de menú. La ostra con escabeche de alitas, jalapeño y pimiento negra es otro de los imprescindibles. Sin pasar por alto el Bonito-Trigueros-Sardina, una elaboración con el bonito curado y unos trigueros escaldados sobre una salsa de sardinas ahumadas con sarmientos.
A 'La Llorería' se puede ir a llorar, pero seguramente sea de satisfacción, por compartir y por aprender sobre gastronomía. Si el objetivo de Carmen y José es que se olviden los problemas disfrutando de su cocina cuando entras por la puerta de su local, lo están consiguiendo.