Zapatero admite su amistad con Julio Martínez, pero niega cualquier intervención para el rescate de Plus Ultra
Jose Luis Rodríguez Zapatero ha salido al paso de las acusaciones lanzadas desde el Partido Popular, que le señalan por un supuesto aviso previo a la detención del empresario, vinculado a la investigación sobre la compañía aérea.
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha negado haber mediado en el rescate de la aerolínea Plus Ultra y ha rechazado cualquier implicación en actuaciones judiciales relacionadas con el empresario Julio Martínez. En declaraciones a laSexta, Zapatero ha salido al paso de las acusaciones lanzadas desde el Partido Popular, que le señalan por un supuesto aviso previo a la detención del empresario, vinculado a la investigación sobre la compañía aérea.
Zapatero ha asegurado que no tuvo conocimiento de ninguna operación policial ni judicial y, por tanto, niega haber dado ningún "chivatazo". Además, ha afirmado que nunca intervino en el proceso de rescate de Plus Ultra y que tampoco mantuvo reuniones ni contactos con responsables de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), organismo encargado de canalizar las ayudas públicas.
El supuesto "teléfono" de prepago
El expresidente también ha desmentido informaciones que apuntaban al uso de un teléfono móvil de prepago para comunicarse con Martínez, del que supuestamente se habría deshecho tras un encuentro entre ambos. Zapatero ha defendido que jamás ha utilizado ese tipo de dispositivos y ha insistido en que su relación con el empresario no tuvo ninguna repercusión en decisiones políticas o administrativas.
El único aspecto que Zapatero ha reconocido públicamente es la existencia de una relación personal con Julio Martínez, a quien considera un amigo. No obstante, ha subrayado que esa amistad no guarda ninguna relación con el rescate de la aerolínea ni con los hechos investigados por la justicia.
El PP presiona
El Partido Popular anunció que presentaría varias preguntas al Gobierno por este encuentro y de hecho, llevó el asunto al Senado para intentar poner contra las cuerdas al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, durante la sesión de control. De hecho, la portavoz popular, Alicia García, lanzó duras acusaciones sobre un posible intercambio de favores o destrucción de pruebas.
Bolaños evitó pronunciarse directamente sobre la reunión, y se limitó a defender la legalidad del rescate.