Soria tiene la tasa más alta

El suicidio es la primera causa de muerte externa en España

La inmensa mayoría de esas muertes se podrían prevenir, según los especialistas, que coinciden en que el enemigo a batir es el tabú y el estigma social que rodea al suicidio y que impide a la persona pedir ayuda.

ondacero.es

Madrid | 08.09.2016 16:25

La calle Preciados, en Madrid, llena de gente. | EFE

Diez personas se van a suicidar hoy en España. La inmensa mayoría de esas muertes se podrían prevenir, según los especialistas, que coinciden en que el enemigo a batir es el tabú y el estigma social que rodea al suicidio y que impide a la persona pedir ayuda. Es lo que se ha explicado en rueda de prensa con motivo de la celebración el próximo sábado del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, la primera causa de muerte externa en España, por delante de los accidentes de tráfico.

Cada año se suicidan en nuestro país más de 4.000 personas; el 90 % de ellas sufren una enfermedad mental, principalmente depresión. Y por cada suicidio que se consuma, hay veinte tentativas, que no se deben banalizar, porque son un factor importante de predicción.

Aunque la tasa de suicidio en España está por debajo de países más ricos como Japón, Estados Unidos, Canadá o los del norte de Europa, las diferencias entre comunidades autónomas e incluso entre provincias son grandes.

Así, Soria tiene la tasa más alta (18,6 suicidios por cada 100.000 habitantes), seguida de Lugo (17,9) y A coruña (15,1), frente a Palencia que tiene la más baja (4,8) o Badajoz (4,9). Madrid es la comunidad con menor índice (5,3 por cada 100.000 habitantes) y una de las pocas autonomías que cuenta con un programa específico de prevención.

No obstante, la responsable de la coordinación asistencial de la atención en salud mental ambulatoria de esta comunidad, Mercedes Navío, no es partidaria de hablar de cifras. "No se trata de números sino de personas", ha dicho esta psiquiatra, quien ha insistido en que el objetivo es erradicar el suicidio y para ello hay que visibilizarlo como un problema de salud pública.

Navío ha explicado que una de las acciones que se llevan a cabo en Madrid son campañas dirigidas a los llamados "facilitadores sociales". Se trata de cualquier persona que por su cometido profesional o por su rol en la sociedad puede ser un "potencial agente antisuicida".

El objetivo es poder llegar a todas aquellas personas que puedan estar pensando en quitarse la vida porque no ven salida. "Eso es lo que estamos intentando combatir, que esa desesperanza no anide en nadie", ha señalado.

Y los medios de comunicación son "agentes antisuicidio" de primer orden, según esta experta, que ha insistido en que son una pieza "absolutamente clave" y el instrumento "que más poder tiene para romper el tabú".

Pero para ello, deben tratar el tema con rigor, sin sensacionalismos y en términos de prevención, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). "El silencio no puede ser la respuesta", ha incidido esta experta."Totalmente de acuerdo" con estas tesis se ha mostrado el presidente de la Fundación Anaed de ayuda contra la depresión, José Ramón Pagés, quien ha precisado que el suicidio "no se contagia".

Al contrario que la psiquiatra, Pagés, quien ha sufrido la depresión en primera persona y también en el seno de su familia, ha considerado que "hay que hablar de datos". "Más de 4.000 muertes anuales no es un trabajo hecho", ha subrayado este expaciente, quien ha señalado que "algo no estamos haciendo bien" cuando los suicidios se han incrementado un 60 % en los últimos 45 años.

Cinco tentativas ha vivido en el seno de su familia la presidenta de la Asociación Bipolar de Madrid, Teresa Gil. Su hijo, de 24 años, ha intentado quitarse la vida en cinco ocasiones desde 2012; la última, en junio de 2015. Y no fue hasta ese año cuando le diagnosticaron un trastorno bipolar.

También ha sido testigo Teresa del tabú que supone el suicidio. "Aunque intentes hablar la gente te esquiva, no quieren hablar de ello, ni siquiera la familia más cercana". A pesar de los datos, aun no se dispone de un plan de prevención a nivel nacional, aunque sí hay un documento consensuado con las comunidades autónomas -no ha sido ratificado por todas-, que está incluido en la Estrategia de Salud Mental.