Las críticas de Donald Trump a España: de país BRIC a una aportación "muy baja" de la OTAN
Donald Trump ha regresado a la Casa Blanca dispuesto a borrar el legado de Joe Biden con una ola de decretos. En sus primeras horas como presidente de Estados Unidos , Trump ya ha amenazado con relanzar una guerra comercial y empezar a imponer aranceles a varios países.
Sus primeros objetivos, tal y como ya anunció en campaña electoral, son sus vecinos México y Canadá. En su investidura, Trump prometió aplicar aranceles del 25 % a partir del 1 de febrero a estos dos países como castigo por el flujo de inmigrantes y de fentanilo a través de las respectivas fronteras.
China también está en el punto de mira del presidente estadounidense. Este martes ya apuntó que contempla imponer aranceles del 10 % a las importaciones chinas, de nuevo en represalia por el flujo de fentanilo.
"Estamos hablando de un arancel del 10 % basado en el hecho de que están enviando fentanilo a México y Canadá", dijo en declaraciones a la prensa.
España, de momento, no sale tan mal parada en la contienda comercial de Trump. Aunque este lunes amenazó con imponer aranceles del 100% a nuestro país, lo hizo al confundir la 's' de 'Spain' con la de 'Sudáfrica', pensando que España es miembro de los BRICS, organización multilateral que agrupa a diversas economías emergentes y que se ha constituido como un espacio internacional alternativo al G7.
Las siglas de los BRICS provienen de sus países fundadores: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, si bien actualmente está compuesto por once miembros plenos, que incluyen a Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia. También cuenta con varios países socios.
A pesar de la confusión, el señalamiento a España es real. El bajo gasto militar y los precios de nuestros productos hacen que nuestro país entre en la lista de Trump. Tal y como publica 'El Mundo' este martes, varios presidentes autonómicos del PP y el PSOE temen que la vuelta de Trump implique una "lluvia de aranceles" en sectores como el campo, a la industria agroalimentaria, a la automoción, a los servicios o las fábricas de componentes.
Así, Andalucía, la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Madrid, La Rioja, el País Vasco, Castilla-La Mancha, Navarra o Cataluña serán de las comunidades más afectadas con un ataque directo a productos que compiten muy bien en precios con los estadounidenses. El queso, el vino, la aceituna, el aceite, los coches o los productos químicos son algunos de ellos.