Quién es Nacho Álvarez, el candidato a ministro de Yolanda Díaz que ha dimitido de Podemos
Ha destacado como figura clave en las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos, primero, y Sumar, después
Nacho Álvarez abandona sus cargos en Podemos y renuncia a ser ministro sin la aprobación del partido
Pese a que aparecía en muchas de las quinielas, Nacho Álvarez no entrará finalmente en el nuevo Gobierno después de que él mismo haya renunciado tras una nueva crisis entre Sumar y Podemos por su posible nombramiento.
Segundo de la líder de Podemos, Ione Belarra, en el Ministerio de Derechos Sociales, tras convertirse en portavoz económico de Sumar comenzaron a evidenciarse las distancias con los morados, que se han opuesto a que sea Díaz la que imponga el nombre de un ministro de Podemos.
Hombre de confianza de la vicepresidenta Yolanda Díaz, Álvarez ha destacado como figura clave en las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos, primero, y Sumar, después, en frentes como los sucesivos Presupuestos Generales, así como por su perfil de técnico en materia económica.
El secretario de Economía de Podemos desde su fundación accedió a la Secretaría de Estado de Derechos Sociales con la conformación del primer Gobierno de coalición desde la II República en 2020 y compartió rango con Belarra hasta que esta, con la salida de Pablo Iglesias del Ejecutivo, se colocó como ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Desde el lanzamiento de Sumar, la plataforma política de Yolanda Díaz, Álvarez ha añadido a sus funciones en el Gobierno y Podemos la portavocía económica de la coalición izquierdista, algo que le granjeó un alejamiento de su propio partido pese a formar parte de la ejecutiva.
Era difícil que su entrada en el nuevo Ejecutivo con rango de ministro se entendiera por Podemos como el cumplimiento de su cuota en el Gobierno, en el que su aspiración erar conseguir la cartera de Igualdad para Irene Montero.
Ignacio Álvarez Peralta (Madrid, 1977) es doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, puesto al que él mismo ha anunciado que regresará en los próximos días.
Es investigador asociado en el Instituto Complutense de Estudios Internacionales y funcionario de carrera -en excedencia- del Cuerpo de Profesores de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid.
Inició su trayectoria política en 2014, cuando se incorporó a Podemos como secretario de Economía, desde donde participó en la elaboración de los programas electorales de la formación, del mismo modo que años después se ha encargado del catalogo de propuestas económicas de Sumar.
Alejado de las luchas internas de los morados, en 2017, tras la segunda Asamblea Ciudadana, conocida como Vistalegre II, Álvarez renunció a formar parte de la Ejecutiva en disconformidad con el enfrentamiento entre las dos caras más visibles del partido, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
Pasó entonces a ser coordinador económico en calidad de invitado permanente de la ejecutiva del partido, aunque en junio de 2021, tras el proceso interno por el que Ione Belarra sucedió a Iglesias, volvió al Consejo Ciudadano Estatal, la dirección de Podemos.
Con un perfil más técnico que político, Álvarez ha huido siempre de intervenir en las crisis internas, primero en las de Podemos, y después tampoco se le ha oído posicionarse en los roces que los morados han tenido con Sumar.
Hasta ahora no se ha solido escuchar su voz en ninguna polémica, pero hoy, tras renunciar al ministerio que le ofrecía la líder de Sumar, ha dejado claro que no puede aceptarlo si la dirección de su organización "no lo comparte ni lo aprueba".
"En mi cultura política no es concebible aceptar un cargo al margen de la organización de la que uno forma parte", ha escrito Álvarez, quien termina su carta a los militantes con un llamamiento expreso a la unidad.
"La principal fortaleza de las fuerzas progresistas y de izquierda pasa por la unidad y, sobre todo, por la fraternidad entre los diversos proyectos. No lo olvidemos. Los partidos no se deben a sus responsables ni a sus militantes, sino fundamentalmente a los ciudadanos a los que aspiran a representar".