Quién es Jordi Sevilla, el exministro de Zapatero que lanzará un manifiesto con una alternativa a Sánchez
El exministro de Administraciones Públicas con José Luis Rodríguez Zapatero y antiguo presidente de Red Eléctrica muy crítico con la "podemización" que atribuye a la actual dirección, busca organizar un núcleo de referentes que se atrevan a expresar en público un malestar que hoy se mueve, sobre todo, en privado.
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Madrid |
El exministro socialista Jordi Sevilla se ha propuesto liderar el primer paso organizado para discutir el rumbo de Pedro Sánchez al frente del PSOE: un manifiesto que se hará público en enero y que pretende articular una alternativa interna de corte socialdemócrata a la actual línea del partido, a la que acusa de haberse abrazado al populismo.
La iniciativa nace con el objetivo de agrupar a dirigentes de distintas generaciones, canalizar el descontento soterrado en la organización y preparar el terreno para una futura batalla por la sucesión cuando el presidente del Gobierno abandone la Moncloa.
¿Quién es Jordi Sevilla?
Jordi Sevilla Segura (Valencia, 1956) es economista, militante histórico del PSOE y uno de los referentes de la línea socialdemócrata clásica en el partido. Fue diputado en el Congreso por Castellón entre 2000 y 2009 y formó parte de la dirección federal como secretario de Política Económica y Empleo en la ejecutiva socialista.
Con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno, en abril de 2004, Sevilla fue nombrado ministro de Administraciones Públicas, cargo que desempeñó hasta julio de 2007. Posteriormente desarrolló una intensa actividad en el ámbito económico y empresarial, que culminó con su nombramiento como presidente de Red Eléctrica de España entre 2018 y 2020, responsabilidad de la que dimitió en un contexto de discrepancias con el Ejecutivo.
En los últimos años se ha consolidado como analista económico y político en foros y medios de comunicación, donde ha defendido la necesidad de regresar a una socialdemocracia pragmática, centrada en el crecimiento, la estabilidad institucional y las reformas. Desde esa posición ha intensificado sus críticas a la estrategia del actual Gobierno, al que acusa de desviarse de ese proyecto tradicional del socialismo español.
El manifiesto que prepara contra la "podemización" del PSOE
La iniciativa que lanza Sevilla cristalizará en un manifiesto público que se dará a conocer en enero y que aspira a ser el primer documento articulado de "alternativa socialdemócrata" frente al rumbo que Pedro Sánchez ha imprimido al partido. En una reciente entrevista, el exministro ha avanzado que su propósito es iniciar la construcción de una corriente interna que pueda disputar la hegemonía a la actual dirección cuando se abra la sucesión en el PSOE.
Sevilla sostiene que el PSOE ha abandonado el proyecto socialdemócrata y que el Gobierno "ha abrazado el populismo", en lo que describe como un proceso de "podemización" de la estrategia política y del discurso. Considera, además, que alrededor de Sánchez se ha configurado una estructura de "club de fans", sin contrapesos ni debate interno efectivo en los órganos del partido.
En esa misma línea, el exministro ha advertido de que la actual política económica ha beneficiado sobre todo "a los más ricos", en lugar de garantizar un reparto más equitativo y de priorizar la lucha contra problemas como la pobreza infantil. Desde su óptica, el manifiesto pretende fijar unas bases programáticas que reclamen una fiscalidad progresiva eficiente, unas cuentas ordenadas y un modelo de bienestar sostenible, frente a medidas que considera más gestuales que transformadoras.
Objetivo: construir una alternativa interna a Sánchez
El movimiento que impulsa Sevilla nace con vocación orgánica: se concibe como plataforma para "preparar una alternativa" en el PSOE que pueda competir en unas primarias cuando Pedro Sánchez ya no esté en la presidencia del Gobierno. El exministro admite que el actual líder controla prácticamente todos los resortes del partido, desde los órganos federales a la mayoría de las federaciones, por lo que ve imprescindible que las voces críticas den un paso al frente.
El manifiesto arrancará con la firma de "diez o quince" promotores, procedentes de distintas generaciones, que deben "tirar del carro" y servir como referencia para que otros dirigentes se sumen después. La idea es que a figuras históricas ya abiertamente distanciadas de Sánchez, como Felipe González o Alfonso Guerra, se les añadan nuevas caras que encarnen una renovación generacional del sector socialdemócrata del PSOE.
Sevilla ha subrayado que "hay un temor enorme a expresar críticas públicamente desde dentro del partido" y que el objetivo de su iniciativa es, precisamente, demostrar que "otro modelo es posible" y hacerlo visible. El impulso de esta corriente buscará también reactivar el debate interno sobre pactos, alianzas parlamentarias y estrategia territorial, en un contexto en el que el sector crítico teme un desgaste electoral prolongado de la marca socialista.
De la crítica al Gobierno a la construcción de una corriente socialdemócrata
El paso de Sevilla al frente de esta plataforma llega tras meses de declaraciones muy duras sobre la gestión de Pedro Sánchez, tanto en el plano político como en el económico. En intervenciones recientes, ha pedido “ir pensando en pasar página” del actual liderazgo y ha reiterado que el presidente "no tiene garantizado" ni siquiera su propio voto, expresión de una ruptura profunda con la dirección.
Su diagnóstico es que el Ejecutivo ha dejado de representar el proyecto socialdemócrata clásico, sustituyéndolo por una agenda que identifica con el populismo y la lógica de bloques. En esa crítica agrupa decisiones en política económica, en la relación con sus socios parlamentarios y en el modo en que se gestionan las tensiones institucionales, que, en su opinión, han debilitado la credibilidad del PSOE como fuerza de gobierno moderada.
Con el manifiesto, Sevilla pretende pasar de la crítica individual al trabajo colectivo, dotando de estructura y discurso a un espacio que, hasta ahora, se manifestaba a través de declaraciones aisladas de antiguos dirigentes o de debates discretos en los cuadros intermedios. El éxito de la iniciativa dependerá de su capacidad de sumar apoyos en federaciones clave y de traducir el malestar latente en una alternativa orgánica que, llegado el momento, pueda competir en unas primarias que hoy el sanchismo domina con claridad.