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Qué hay tras el 'no' de Moncloa a la abstención en Extremadura: no romper el relato de la derecha y ultraderecha

Aunque cargos socialistas de Extremadura ven con buenos ojos abstenerse a una investidura de María Guardiola, desde Moncloa no lo ven como una opción viable.

J.C. | ondacero.es

Madrid |

Qué hay tras el 'no' de Moncloa a la abstención en Extremadura: no romper el relato de la derecha y ultraderecha | Europa Press

Moncloa cierra la puerta a una abstención del PSOE que permita la investidura de María Guardiola en Extremadura. Facilitar un gobierno del PP en solitario rompería el principal relato político del sanchismo, el de frenar el avance de la derecha y la ultraderecha a nivel autonómico y nacional.

Tras las elecciones extremeñas, en las que el PP ganó con 29 escaños y el PSOE se hundió hasta los 18, su peor resultado histórico, el Gobierno sostiene que el retroceso socialista se explica en buena medida por la abstención. En la Moncloa dan por hecho que esos votantes se recuperarán cuando la ciudadanía perciba lo que califican como una "involución" derivada de los pactos del PP con Vox en comunidades y ayuntamientos.

Ese argumentario es clave para el Ejecutivo. Es el mismo que utilizó Pedro Sánchez para lograr mantenerse en la presidencia del Gobierno en 2023. Desde el entorno gubernamental se insiste en que apoyar, aunque sea de forma indirecta, la investidura de Guardiola debilitaría el mensaje de alerta frente a la derecha y la ultraderecha, especialmente en el ámbito nacional, que es el que más preocupa al presidente.

La portavoz del Gobierno, Elma Saiz, ha apelado públicamente a la "responsabilidad" del PP para evitar la entrada de Vox en el Ejecutivo extremeño. "Responsabilidad hay que pedirle al responsable, y en este caso tiene nombres y apellidos: el PP de Feijóo y Guardiola", afirmó tras el Consejo de Ministros, descartando de facto cualquier movimiento del PSOE que facilite la investidura.

Esta posición choca con la defendida por un sector del socialismo extremeño, encabezado por el expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que ha pedido una abstención negociada para evitar que Vox condicione el futuro gobierno autonómico. Su planteamiento pasa por permitir un Ejecutivo del PP en solitario, vigilado desde la oposición, como mal menor, frente a un pacto con la formación de Santiago Abascal.

En Moncloa, sin embargo, aplican una lógica distinta. Fuentes gubernamentales subrayan que la responsabilidad de excluir a Vox recae exclusivamente en el PP, al que acusan de haber adelantado las elecciones con el único objetivo de desgastar al Gobierno y con el resultado de quedar más atado que nunca a la ultraderecha, que dobló su representación hasta los once escaños.

Además, recuerdan que el PP no facilitó en su día la investidura del socialista Guillermo Fernández Vara cuando el PSOE fue la fuerza más votada en 2023, pese al empate a escaños con los populares. Y evocan también el precedente del "no es no" que defendió Pedro Sánchez en 2016 frente a una abstención para investir a Mariano Rajoy.

Con este escenario, el PSOE descarta cualquier abstención en Extremadura, incluso si Vox quedara fuera del gobierno. La consigna es no apuntalar un Ejecutivo del PP que debilite el discurso de confrontación con la derecha y la ultraderecha, un relato que Moncloa considera estratégico para sus próximas citas electorales