CRISIS GOBIERNO

El PSOE afronta la reunión con Sumar como un trámite: ni remodelación ni salida del Gobierno de sus socios

El encuentro se produce tras varios días de tensiones públicas entre los socios, que han vuelto a poner en cuestión la estabilidad del Ejecutivo y la solidez del acuerdo progresista que sustenta a Pedro Sánchez en Moncloa.

Sánchez tiende la mano a Sumar e insiste en que el Gobierno de coalición debe continuar: "Pese a las discrepancias"

Roberto Gómez Ramos

Madrid |

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Congreso de los Diputados | Europa Press

El PSOE y Sumar se verán las caras este viernes en una reunión de alto voltaje político con el objetivo de abordar la crisis más seria del Gobierno de coalición desde el inicio de la legislatura.

El encuentro se produce tras varios días de tensiones públicas entre los socios, que han vuelto a poner en cuestión la estabilidad del Ejecutivo y la solidez del acuerdo progresista que sustenta a Pedro Sánchez en Moncloa.

Estas diferencias entre ambos socios, que en un primer momento se intentaron gestionar de forma discreta, acabaron trasladándose al debate público, con dirigentes de ambas formaciones marcando perfil y elevando el tono en sus intervenciones.

A pesar de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha reclamado "respeto, diálogo y lealtad" entre socios, también ha señalado la necesidad de una "reformulación radical" de un Gobierno que "no puede seguir así". "Hace falta un cambio absolutamente profundo en el equipo de Gobierno", dijo la pasada semana en Al Rojo Vivo donde llegó incluso a amenazar con abandonar el Gobierno.

Desde el PSOE, el mensaje oficial ha combinado llamadas a la calma con la defensa de la acción del Gobierno. El presidente del Ejecutivo y líder socialista, Pedro Sánchez, ha reiterado en declaraciones recientes que el Gobierno “goza de buena salud” y que las diferencias entre socios forman parte de la normalidad de una coalición.

Otros dirigentes socialistas han pedido evitar “ruidos innecesarios” y han recalcado que la prioridad debe ser la gobernabilidad y la agenda legislativa. Uno de ellos fue el ministro de Transportes, Óscar Puente, que aseguró que lo que exigía Díaz era como ofrecer "sacrificios en el altar".

Es por esto por lo que se descartan cambios significativos en el seno del Ejecutivo más allá de quién sustituya a Pilar Alegría, que ha abandonado el equipo de Gobierno esta semana para afrontar las elecciones de Aragón que se celebrarán el próximo 8 de febrero. Queda por resolver quién la sustituirá en la portavocía del Gobierno y al frente del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.

Aunque ninguna de las partes anticipa un acuerdo inmediato ni anuncios concretos tras el encuentro, ambas coinciden en señalar la cita como un paso imprescindible para desescalar el conflicto y la tensión desatada en los últimos días.

Reunión sin ministros, pero con cargos importantes

El choque también ha tenido reflejo en el grupo parlamentario y entre los socios habituales del Ejecutivo, que observan con inquietud una crisis que podría dificultar la tramitación de leyes clave en el Congreso.

En este contexto, la reunión del viernes se presenta como un intento de recomponer puentes, reactivar los canales de coordinación política y fijar un marco claro para la toma de decisiones en el seno del Gobierno.

El encuentro estará protagonizado por la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, por parte del ala socialista del Gobierno y por dirigentes de Sumar, IU y Más Madrid.

Aunque no han trascendido ni la hora ni el lugar de una reunión marcada por el sigilo con el que ambas formaciones la afrontan, sí que se conoce que no está prevista la presencia de ministros, como sí ocurrió en la comisión de seguimiento del pasado mes de julio en la que sí estuvieron María Jesús Montero, Félix Bolaños o Ernest Urtasun.