Pedro Sánchez gana tiempo con Junts a la espera de la reacción de Puigdemont
El aplazamiento de la cuestión de confianza puede suponer un nuevo punto de fricción con Junts que lo considera como una línea roja.
La Mesa del Congreso de los Diputados decidió posponer su decisión sobre la proposición no de ley presentada por Junts, que insta a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. Este aplazamiento, impulsado por la mayoría del PSOE y Sumar en el órgano rector de la Cámara, permite al Gobierno ganar tiempo en sus tensas relaciones con Junts, siempre que Puigdemont no tome este aplazamiento como una razón para concretar la ruptura de negociaciones.
El contexto de la propuesta de Junts
El pasado 9 de diciembre, Junts registró una proposición no de ley para solicitar que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza. Aunque los letrados del Congreso no encontraron obstáculos legales para debatirla, recordaron que dicha propuesta carece de efectos jurídicos vinculantes, ya que la cuestión de confianza es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno, según establece la Constitución española.
Junts ha señalado en reiteradas ocasiones que la cuestión de confianza es una línea roja para continuar el diálogo con el Ejecutivo.
La estrategia del PSOE y Sumar
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Patxi López, defendió la decisión de posponer la tramitación de la iniciativa, calificándola de "muy razonable". López argumentó que el asunto tiene una gran relevancia, pero carece de urgencia, ya que Junts no podría llevar la propuesta al pleno antes de mediados de febrero. Con esta postura, el PSOE busca desactivar la presión inmediata y ganar margen de maniobra en sus relaciones con los neoconvergentes.
Por su parte, los juristas del Congreso han enfatizado que las proposiciones no de ley son herramientas para fomentar el debate político y forzar a los grupos parlamentarios a tomar posiciones públicas, aunque su aprobación no implique obligatoriedad para el Gobierno.
Expectativas sobre la reacción de Puigdemont
Por ahora, Junts no ha emitido una reacción oficial al aplazamiento, aunque fuentes cercanas a la Presidencia del Congreso consideran improbable que haya consecuencias inmediatas. Puigdemont y la cúpula de su partido se reunirán en Bruselas en las próximas horas para, entre otros asuntos, analizar esta decisión de Moncloa.
Queda la duda de saber si Junts verá el aplazamiento como un gesto aceptable o como un rechazo que podría llevar a una ruptura con el Ejecutivo. La reunión en Bruselas será clave para definir la postura de los neoconvergentes y, con ello, el futuro de sus relaciones con Sánchez.
La negativa a tramitar la propuesta podría tensar aún más la relación con Junts, pero también suma puntos de control político por parte del Gobierno, que busca evitar debates potencialmente perjudiciales en un momento en el que depende del apoyo de partidos minoritarios.