Pablo Ráez, el joven con leucemia que ha logrado superar la enfermedad después de 63 días hospitalizado, ha convertido su historia en un ejemplo para todos, aunque sólo es una de las miles de personas que sufre la enfermedad en España.
El chico de Marbella ha calificado sus primeras "maravillosas". "Estoy superfeliz", ha señalado.
A pesar de que su caso ha sido muy mediático, el joven confiesa que después de "comenzar esto" estuvo dos semanas en las que no se enteró casi "de nada" porque le subió la fiebre y empeoró su estado de salud y le administraron morfina.
Cuando se despertó de "esas dos semanas" fue cuando se dio cuenta de "la que había liado desde el hospital", por los que se siente "muy orgulloso de haber podido aportar ese granito de arena a la sociedad" y de que se estén aumentando las donaciones.
Por otro lado, ha defendido que hay que "vivir el día a día y el presente", sin "amargarse por cada cosa" porque "lo único que provoca es malestar". Así, considera que cualquier noticia, sea positiva o negativa, hay que tomársela bien ya que "va a seguir estando ahí".
Tras este duro proceso se ha dado cuenta de que "la fuerza se saca de muchos sitios y en los momentos peores es un duelo contigo mismo, no existe familia, amigos, redes sociales ni nada". "Ha sido una batalla conmigo mismo en la que realmente pensaba que me iba a morir", ha confesado, y ha agradecido el apoyo de sus padres, pareja, hermana y los médicos.
Sin embargo, a pesar de su mejoría, Pablo sigue necesitando un donante y pide que llegue al millón el número de personas que hagan este gesto tan solidario, aunque no sea para él.