TRAS 14 MESES EN EL GOBIERNO

Pablo Iglesias: los momentos clave de su paso por el Gobierno

Pablo Iglesias se despide de la vicepresidencia segunda tras 14 meses en el cargo, actuando como contrapoder. Repasamos su paso por el Gobierno y los momentos clave que han marcado estos 443 días de choques y pugnas con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

ondacero.es

Madrid | 30.03.2021 13:57

Pablo Iglesias, candidato en Madrid: ¿Movimiento estudiado junto a Pedro Sánchez o jugada desesperada para salvar a Podemos en la Comunidad? | EFE

Han sido muy intensos, pero han sido solo 14 meses y medio. El Consejo de Ministros de hoy será el último de Pablo Iglesias como vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales, después de poco más de 400 días en el Ejecutivo. El líder de Unidas Podemos se va dejando un rastro de desconfianza y polémica en el Gobierno, donde ha gastado sus energías en actuar de contrapoder y mantener la confrontación con Sánchez y el ala socialista del Ejecutivo.

Hace 15 días, Iglesias sorprendió hasta a los más incrédulos cuandoanunció que dejaría el Gobierno para salvar a su partido de la extinción madrileña y la completa irrelevancia, convirtiéndose en el candidato de Podemos a las elecciones en Madrid del 4 de mayo. Ahora se enfrentará a Isabel Díaz Ayuso para intentar arrebatarle el liderazgo de la Comunidad de Madrid, aunque todo parece indicar que, si la izquierda suma, tendrá que conformarse con una vicepresidencia autonómica bajo el regazo del socialista Ángel Gabilondo.

La primera crisis: la ley del "solo sí es sí" y los "machistas frustrados"

En marzo de 2020, cuando apenas llevaban gobernando dos meses en coalición, surgieron los primeros malentendidos entre las dos vertientes del Gobierno de coalición. En ese momento, fueron Irene Montero y Carmen Calvo las implicadas en la bronca por la ley del "solo sí es sí", algo que los socialistas calificaban de chapuza y que incluso ahora, un año después del primer choque, sigue causando polémica entre ambos partidos. El partido de Iglesias se lanzó entonces por primera vez contra la vicepresidenta primera, que se convirtió en uno de los puntos de mira de la formación morada durante toda la legislatura, acusándola de haber "dinamitado toda la confianza" en mes y medio.

Además, fue entonces cuando el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, tumbó el borrador inicial de la ley de Irene Montero, algo que no gustó a Iglesias. El vicepresidente segundo insinuó poco después que en las "excusas técnicas" que se han planteado a la ley de libertad sexual había "mucho machista frustrado", en referencia a Campo.

Disputas por la monarquía

Las discrepancias por el papel de la monarquía también han estado bastante presentes en el Gobierno de coalición, empezando por las declaraciones de Iglesias en agosto del pasado año, en las que consideraba que el rey emérito Juan Carlos I debía "dar la cara en su país y ante su pueblo" y aseguraba que no era "aceptable" que el rey emérito traslade su residencia fuera de España en plena investigación judicial.

El propio Iglesias admitía en esa misma entrevista que se trataba de una cuestión de "normalidad democrática" que PSOE y Unidas Podemos tuvieran una visión diferente sobre este asunto, aunque mostraba su "respeto" por la defensa del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de la monarquía parlamentaria. Desde entonces, Iglesias ha atacado a los socialistas por mantener una actitud monárquica.

La acusación de falta de "normalidad democrática" en España

Uno de los choques más complejos en el Gobierno fue el de la "normalidad democrática", hace algo más de un mes. El podemita dio entonces la razón a Rusia y al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que comparaba la situación del encarcelado opositor Nalvalny con los presos del procès.

Iglesias afirmaba que en España no había "una situación de plena normalidad política y democrática", por la existencia de líderes independentistas "en las cárceles y en el exilio". Además, tachaba de "fracaso de la política" que tuviera que "intervenir la autoridad judicial o las fuerzas y cuerpos de seguridad" en un conflicto político que debía "gestionarse democráticamente".

Estas declaraciones de Iglesias causaron un gran impacto en muchos de los ministros y políticos de otras bancadas, que exigieron una rectificación inmediata e incluso la dimisión del hasta entonces vicepresidente segundo. Sin embargo, este volvió a reiterar sus palabras sobre la baja calidad de la democracia de España en numerosas ocasiones, especialmente en sus redes sociales.

Polémicas críticas a la justicia

Pablo Iglesias se hacía eco en su cuenta de Twitter de las informaciones que señalaban al consejero de Justicia de Madrid, Enrique López, como mediador entre el abogado del PP y el extesorero Luis Bárcenas. Asimismo, aseguraba que López era también el "negociador" del presidente del PP, Pablo Casado, para la renovación del CGPJ, y que rechazaba cualquier tipo de pacto que implicara a Unidas Podemos.

Broncas con los ministros socialistas

La tensa charla con María Jesús Montero

El Congreso fue escenario de un nuevo encontronazo entre Iglesias y la ministra María Jesús Montero, donde protagonizaron la primera pelea pública, en la que quedaba patente el hartazgo del sector socialista del Gobierno con Unidas Podemos por airear sus discrepancias. "No seas cabezón", le llegaba a decir la ministra de Hacienda a Iglesias.

Guerra con Escrivá por las pensiones

El acuerdo por las pensiones ha sido otro de los asuntos que más crispación ha generado entre Iglesias y sus socios de Gobierno. La reforma del ministro Escrivá incluía la ampliación del periodo de cotización hasta los 35 años sigue adelante, algo que el líder morado afirmaba que era "una línea roja" para Podemos, y recordaba que en el acuerdo de gobierno sellado con Pedro Sánchez se pactó "una revalorización de las pensiones". El ministro Escrivá protagonizó un monumental cabreo en Más de uno a cuenta de este asunto durante una entrevista con Carlos Alsina.

Nadia Calviño y los 11.000 millones

El paquete de ayudas de 11.000 millones de euros que anunció Sánchez hace unas semanas volvió a abrir una polémica entre los socios de Gobierno, especialmente con la vicepresidenta Nadia Calviño. Desde la cúpula morada, reclamaban que de los 11.000 millones del fondo un total de 8.000 fueran en ayudas directas, algo con lo que la ministra de Economía se mostró en desacuerdo.

De hecho, la propia Calviño declaró que la cuestión era "muy compleja" y que no se podía resolver "con un tuit o una nota de dos páginas". Además, se mostró muy crítica con el partido de Iglesias, al que criticaba porque su trabajo no era "una especie de subasta de cifras, sino algo serio y responsable".

La ley de alquileres, sin solución

Iglesias se va y deja también sin solución a su favor su gran reto, la ley de alquileres, porque el PSOE se resiste a la fórmula de intervención directa en el mercado como quiere Podemos. El ministro José Luis Ábalos ha rechazado que se vaya a poner en marcha el control de precios del alquiler en la futura Ley de Vivienda, y apuesta por promover incentivos fiscales, algo que no ha gustado nada al partido de Iglesias.

"Cuando se firma un acuerdo de Gobierno está para cumplirse", aseguraba Iglesias, y acusaba al Ejecutivo de "faltar al respeto a los ciudadanos" por no cumplir su palabra. Además, añadía que "Unidas Podemos no va a consentir que se falte el respeto a los ciudadanos", criticando la gestión de Ábalos.