Madrid | 03.11.2023 10:56
La batalla de la investidura está ahora en las comunidades autónomas y en el Senado. Porque es ahí donde el PP tiene terreno ganado el 28M y el 23J; donde pueden dar respuesta a las concesiones que el PSOE está dispuesto para lograr finalmente los apoyos de ERC y Junts. Por eso, y mientras los socialistas esperan con cautela a que Carles Puigdemont firme de una vez el acuerdo de investidura con Pedro Sánchez, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, prepara su estrategia: que sus presidentes autonómicos exijan lo mismo para sus comunidades que lo que Sánchez concede a Cataluña. Y estamos hablando, por ejemplo, de condonación de deuda. Para Cataluña, 15.000 millones de euros.
Pero desde el PSOE no renuncian a un pacto con Junts para ya mismo. Y hoy, mientras siguen negociando contrarreloj los equipos de su número 3, Santos Cerdán y de Carles Puigdemont, también pelean en los medios al PP la batalla diaria por el relato. Por eso, tras conocer que, según fuentes Populares, Núñez Feijóo anuncia hoy su intención de "coordinar las acciones que sean pertinentes y que garanticen la igualdad entre ciudadanos sean del territorio que sean", los socialistas recuerdan que hay comunidades como Andalucía o la Comunitat Valenciana, gobernadas por el PP, que se verán favorecidas por las medidas fiscales que propone el PSOE. De hecho, fuentes de Ferraz aseguran que la propuesta del futuro gobierno socialista pactada con Esquerra y Junts permitiría "destinar más recursos a la inversión y al sostenimiento de los servicios públicos cuya gestión depende de sus gobiernos, como la Sanidad, por ejemplo".
Pero la batalla contra los acuerdos del PSOE y sus socios independentistas es aún más global. Por eso el presidente del PP se reúne además con los portavoces de Congreso, Senado y Parlamento europeo para analizar la respuesta institucional y política a las cesiones que el PSOE y se esperan nuevas iniciativas contra dichos pactos.
Desde las filas Populares insisten en las últimas horas en que el independentismo le está sacando a Sánchez todo lo posible y en lo económico (quita de la deuda) lo vamos a pagar caro todos los españoles. Y, mientras, Carles Puigdemont sigue sin decir Sí. En la dirección de Ferraz se muestran "tranquilos y confiados", pero saben que cada minuto sin acuerdo es un peligro para la investidura, que ya va con retraso.