Más allá de Ábalos: la preocupación en Moncloa por Aldama y lo que pueda decir
El conseguidor del caso Koldo, está en prisión incomunicada y en Moncloa están a la espera de sus movimientos.
👉 La foto que confirmaría que Pedro Sánchez conocía a Víctor de Aldama
El caso Koldo, transformado en el caso Ábalos ha encendido alarmas en el seno del PSOE. Sin embargo, más allá de las acciones del exministro de Transportes, en Moncloa hay más recelo en torno a nombres menos visibles pero más comprometidos, en especial Víctor de Aldama. Mientras Ábalos, pese a que conocen que tiene información, saben que todo lo que revele también juega en su contra, Aldama genera inquietud por su potencial para colaborar con la Fiscalía Anticorrupción a cambio de una reducción de su condena, tal y como detalla Carmen Morodo en La Razón.
Víctor de Aldama, uno de los principales responsables de la trama junto a Koldo García, está en prisión incomunicada por la trama fuel, paralela a este caso. Sus vínculos con el poder político y empresarial, especialmente a través de su rol como consejero de Air Europa y sus estrechas relaciones con Ábalos, lo convierten en una figura clave. De Aldama no solo amasó una fortuna millonaria escondida en el extranjero, sino que también construyó un entramado de influencias que llegaba hasta lo más alto del Ministerio de Transportes y posiblemente hasta Moncloa.
El miedo en el Gobierno es claro: lo que pueda revelar Aldama en un intento de negociar su salida de prisión podría poner al descubierto conexiones incómodas que salpiquen a figuras de mayor relevancia, entre ellas, el propio presidente Pedro Sánchez. Aunque desde el Ejecutivo insisten en la inocencia del presidente y su total desconocimiento de la trama, la oposición, especialmente el Partido Popular, ha puesto el foco en la relación entre Sánchez y Aldama, exigiendo explicaciones sobre las veces que el empresario visitó Moncloa y sus posibles contactos con Begoña Gómez, esposa del presidente.
A esto se suma la tensión generada por otros nombres en la trama, como el empresario Carlos Barrabés, quien se reunió con Begoña Gómez en Moncloa, o el ex consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, cuyo papel en el rescate de Air Europa sigue bajo sospecha. La estrategia del Partido Popular es clara: ampliar las líneas de ataque aprovechando la vinculación de Aldama con el Gobierno y el resurgir de preguntas incómodas sobre la polémica visita de Delcy Rodríguez a Barajas en enero de 2020.
La relación con Ábalos con Aldama iba más allá de lo institucional, extendiéndose también a la esfera privada, y con su rol como intermediario en asuntos internacionales, especialmente con Venezuela. Desde la UCO se ha detectado que Aldama, apodado "jefe" por su entorno más cercano, actuaba como mediador para la entrada de personas extranjeras durante la pandemia y la adjudicación de contratos públicos, exponiendo las entrañas de un sistema de favores cruzados que amenaza con salpicar al propio Gobierno.
Por todo ello, continúa la inquietud hacia Aldama, cuyo potencial para tirar de la manta podría abrir una caja de Pandora con consecuencias imprevisibles para la cúpula del PSOE.