El sindicato se defiende diciendo que no hay inmoralidad ya que el dinero no es público, sino que sale de sus cuotas, y argumenta que se está intentando minar su credibilidad. Sus cuentas internas, aseguran, están auditadas, pero no publicadas al detalle porque contienen información personal de los cobros de los delegados sindicales.
CONFIA se gastó en viajes, convenciones y comidas en restaurantes, 14 millones de euros entre 2008 y 2012.