Víctor de Aldama declaró este jueves ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, sobre su implicación en el 'caso Koldo' y detalló cómo se tejió de inicio su relación tanto con José Luis Ábalos, como con su exasesor, Koldo García, así como con el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presunto conseguidor del caso salió de prisión por la noche y ante los medios respondió a Pedro Sánchez, que horas antes había calificado de "menuda inventada" sus declaraciones ante el juez. De Aldama, además de llamarle "mitómano" y decir que tenía "alzhéimer", dijo que él no sólo tenía pruebas de todo lo que había dicho en la Audiencia Nacional, sino otras de las cosas que no había dicho.
"Que no se preocupe el señor Sánchez, que va a tener pruebas de todo lo que se ha dicho", aseguró ante la prensa.
Pedro Sánchez ha repetido en varias ocasiones que no conocía a Víctor de Aldama. Sin embargo, hace unas semanas, el diario 'El Mundo' publicó una fotografía de ambos en un acto electoral del PSOE. A esta imagen, el presidente del Gobierno respondió diciendo que uno no elegía con quién se hacía una foto.
Sin embargo, De Aldama, en su declaración, afirmó que el encuentro en este acto electoral no fue fortuito y que fue el propio presidente el que dijo que quería verle para agradecerle todo lo que estaba haciendo.
De esta manera, el empresario insinuaría que la relación entre ambos iría más allá de un simple encuentro en un mitin. Algo que también cuenta 'The Objective' en un artículo publicado este viernes.
Cuenta el medio que De Aldama les habría asegurado a sus socios haber desempeñado un papel clandestino como "chófer informal" de Pedro Sánchez en los años 2021 y 2022.
Cada vez que el presidente quería una reunión discreta con alguien, tiraba de De Aldama y su Audi A8 blindado para evitar la presencia de escoltas y mantener en secreto los encuentros.
En septiembre de este año, el Audi A8 blindado que se utilizaba para los desplazamientos, fue tiroteado al parecer, una semana antes de que De Aldama entrase en prisión preventiva.
Según publica también 'The Objective', los agresores dispararon tres veces contra el coche, "con los impactos concentrados en la ventanilla del conductor. Mientras que uno de los impactos es apenas perceptible, los otros dos son claramente visibles".
Las mismas fuentes aseguran que al ser el vehículo blindado, las balas no llegaron a penetrar en el interior del vehículo y que este, en el momento del suceso, se encontraba vacío. El medio explica que a pesar de la ausencia de heridos, el ataque "fue interpretado como una clara amenaza dirigida contra Víctor de Aldama".