PSOE y ERC han llegado finalmente a un acuerdo sobre una futura ley de amnistía, una de las exigencias de las formaciones independentistas para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Con este pacto, previsiblemente el líder socialista podrá reeditar un Gobierno que le permitirá permanecer otros cuatro años en La Moncloa.
Ambas formaciones confirmaron durante la noche del 31 de noviembre el trato sobre la futura Ley de Amnistía que será registrada en los próximos días en el Congreso de los Diputados. ERC como PSOE emitieron idénticos comunicados que habían llegado al acuerdo sobre la futura Ley, tras la conversación telefónica mantenida durante la tarde del martes entre el propio candidato socialista Pedro Sánchez y el actual President de la Generalitat, Pere Aragonés.
Sin embargo, aunque ninguno de los dos partidos ha hecho alusión a los detalles concretos del pacto, pero fuentes de Esquerra han asegurado que se ha acordado incluir también a los encausados de los CDR y a Tsunami Democràtic en esta Ley de Amnistía.
Asimismo, el acuerdo también cubre otros aspectos políticos y económicos, aún por desvelar.
Aunque todavía no se conoce la fecha exacta en la que se celebraría en el Congreso el debate de investidura de Pedro Sánchez, se podría registrar esta ley en el Congreso para que pudiese hacerse la semana que viene.
Este viernes 3 de noviembre hay reunión de la Mesa y podría conocerse la fecha del debate de investidura.
Por otro lado, el diario 'El Mundo' dice que el PSOE se ha reunido con Puigdemont ocho veces en París, en Perpiñán y en Bruselas, y que los ministros María Jesús Montero y Félix Bolaños estuvieron en cinco de esos encuentros.
Algunos de esos altos cargos que se reunieron con el ex presidente de la Generalitat, lo hicieron en el desempeño de responsabilidades de Gobierno, como es el caso de Bolaños y Montero.
Asimismo, Puigdemont también se reunió la semana pasada en Bruselas con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, para hablar de las negociaciones que ambos mantienen por separado con el PSOE cara a la investidura de Pedro Sánchez, y el interés compartido en presionar en un aspecto que, con matices, ambos quieren cosechar en sus respectivos acuerdos con el PSOE: el reconocimiento de Euskadi y Cataluña como naciones o la reforma del modelo territorial del Estado.