La idea de López es que la primera votación de la investidura se produzca hacia las 11 de la noche del miércoles 2 de marzo, lo que según la interpretación de la Constitución que hace el PP, obligaría a celebrar la segunda votación exactamente 48 horas después, esto eso, a las 11 de la noche del viernes 4, y no en la mañana del sábado, como pretende el presidente del Congreso.
El tenor literal del artículo 99 de la Constitución reza: "Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple".
En una rueda de prensa en el Congreso, el portavoz del PP, Rafael Hernando, ha acusado a López de "mentir" y de "jugar" con los grupos parlamentarios e intentar celebrar un debate que no cumple las leyes ni la propia Constitución.
"Debería asesorarse mejor y eso le llevaría a no cometer errores y arbitrariedades", ha denunciado.
En la misiva, el PP recuerda a López que cualquier retraso en la primera votación, más allá de las 12 de la noche del miércoles, provocaría que se llevara a cabo ya el 3 de marzo, corriendo el peligro de que las elecciones, en caso de tener que repetirse, tuvieran que celebrarse un lunes, debido a los estrictos plazos legales establecidos.
"Se ha metido en un laberinto que nos lleva a un disparate, poner en riesgo lo que él mismo quería, que era evitar las elecciones en lunes", ha alertado.
Al margen de estos problemas legales, el PP no considera razonable que las dos primeras jornadas del debate -cerca de 17 horas de pleno- se repartan de una forma tan desigual.
En la tarde del martes, 1 de marzo, el candidato socialista, Pedro Sánchez, intervendrá en solitario durante un par de horas, mientras que al día siguiente se concentrarán los discursos del resto de portavoces durante cerca de quince horas, llevando la votación al filo de la medianoche.
Por todo ello, el PP ha reclamado a Patxi López que reconsidere su decisión -que se adoptó según los 'populares' sin el apoyo de la mayoría de los grupos- y que retome la "imparcialidad" y abandone los "intereses partidistas".
De lo contrario, el PP no descarta plantear cuantas acciones legales estén a su alcance -incluido el recurso ante el Tribunal Constitucional- contra esa decisión "arbitraria".
"En caso de no hacerlo, le solicito convoque en el plazo más breve posible la Junta de Portavoces a efectos de dar respuestas a las dudas que nos plantea su decisión", solicita.