La inverosímil estrategia de Ábalos ante el juez: ¿Es creíble desvincularse de Koldo, su asesor de máxima confianza?
La estrategia de Ábalos en el Supremo quedó clara. Apuntar a Koldo García. Pero, Koldo era su persona de máxima confianza.
Llegó el día. José Luis Ábalos, el otrora hombre fuerte del Gobierno y del PSOE, compareció en el Supremo para dar las explicaciones oportunas por las acusaciones que pesan sobre él, como investigado en el 'caso Koldo' por delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación.
Su estrategia de defensa ante el juez del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, quedó evidenciada: desvincularse completamente de las acciones de Koldo García, su asesor más cercano, pero, ¿Hasta qué punto es verosímil desvincularse por completo de las acciones de su persona de máxima confianza?
¿Quién es Koldo García y cuál era su papel?
Koldo García era mucho más que un simple asistente para Ábalos. Aunque era considerado un asesor, su papel trascendía con creces las formalidades del cargo. Koldo era una figura omnipresente, una sombra que acompañaba al exministro a todos lados. Se le reconocía su físico imponente, pero también por ser el hombre que transmitía las órdenes y mensajes más importantes del círculo íntimo de Ábalos.
La narrativa de Ábalos busca presentar a Koldo como alguien que actuaba por cuenta propia. Pero surge una duda, cómo Koldo tenía el poder para manejar tratos con Víctor de Aldama sin el aval de Ábalos y, en última instancia, del PSOE.
La estrategia ante el juez
Ábalos compareció ante el juez Puente durante tres horas para responder a acusaciones de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación. El exministro, quien insistió en que "tenía ganas de declarar", negó todas las acusaciones y achacó las responsabilidades a su antiguo asistente personal. Según su versión, Koldo García sería el único vínculo con Víctor de Aldama, presunto conseguidor de comisiones ilegales en la adjudicación de material sanitario durante la pandemia.
Un hombre de poder y su caída en desgracia
Es importante recordar que Ábalos no era un socialista más; era, hasta su inesperada salida en 2021, la figura más poderosa del PSOE después de Pedro Sánchez. Como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, manejaba una de las carteras más estratégicas del Gobierno. Además, su papel como encargado de la organización interna del partido le confería una influencia considerable en el partido.
La idea de que alguien con semejante capacidad de control desconociera las supuestas actividades ilícitas de su entorno directo parece difícil de sostener. Más aún cuando Koldo García, un personaje sin peso político propio, era percibido como una extensión del propio Ábalos.
¿Puede Koldo ser el cabeza de turco?
El relato que se empieza a construir en el caso Koldo es uno de lealtad hasta el final. El exasesor parece estar siendo posicionado como el culpable perfecto: un hombre sin carrera política que podría asumir toda la responsabilidad para salvar la imagen del exministro y, por extensión, del partido. Pero esta estrategia podría volverse en contra de Ábalos si se logra demostrar que su influencia y conocimiento iban más allá de lo que ha reconocido en su declaración.