La Inteligencia española apunta a Rusia como causante del ciberataque al SEPE
Este ciberataque al Servicio Público de Empleo Estatal podría ser una reacción del Gobierno ruso a los últimos incidentes diplomáticos y militares con España, con el objetivo de desprestigiar a la institución pública y al Estado.
La Inteligencia española sospecha que Rusia estuvo detrás del ciberataque que ha afectado durante varios días a los sistemas del Servicio Público de Empleo Estatal, el SEPE. Sin embargo, esta desconfianza no viene por razones técnicas, sino políticas y geoestratégicas, que apuntan a que este ataque podría ser una reacción de Moscú a los últimos incidentes diplomáticos y militares con el Gobierno y las Fuerzas Armadas españolas.
Según apuntan desde las investigaciones, el virus 'ransomware' que se utilizó contra el SEPE encripta archivos y bloquea los ordenadores para luego pedir un rescate a cambio de restablecer su configuración inicial. Este tipo de ciberataque es común contra empresas, que suelen pagar a los 'hackers', pero no contra instituciones, que no pueden ceder al chantaje.
Objetivo del ciberataque al SEPE
El objetivo sería entonces el de despertar el descontento entre la ciudadanía española por la cancelación de citas o la paralización de trámites y desprestigiar así a la institución y al Estado. De hecho, este propósito cuadraría bastante con Rusia después de que las relaciones con España se hayan enfriado en los últimos meses, entre otras cosas por la presencia militar española en el Mar Negro. Según fuentes de la investigación, "solo una potencia que trate de ajustar cuentas con España puede estar interesada en inspirar un tal ataque". España, junto con Alemania, se ha convertido en el Ejecutivo que peores relaciones ha mantenido con el Gobierno de Putin durante los últimos meses.
Allí ya se fabricó hace tres años el programa malicioso Ruyk que ha servido para que numerosos ciberdelincuentes hayan efectuado sus ataques, algunos por encargo del FSB ruso, que no actúa directamente, sino a través de intermediarios. Con ello, eluden una posible investigación que pueda señalarles como responsables de estos ciberataques, como la que en España llevan a cabo el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) y el Centro Criptológico Nacional.
Los inicios de la enemistad entre España y Rusia
Mientras que Alemania ha sido muy crítica con la potencia rusa por el caso Alexéi Navalni –el disidente ruso envenenado–, España se ha enfrentado con el Kremlin desde que la visita a Moscú de Josep Borrell, representante de la UE para Asuntos Exteriores, en la que se produjo un tenso momento con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov. El fracaso de esta visita supuso la aprobación de nuevas sanciones a Rusia por parte de la Unión Europea tras la encerrona a Borrell Además, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, también contestó a las recriminaciones rusas, recordando que España es “una de las 23 democracias plenas del mundo” mientras “Rusia está en el puesto 124 de 167 países”.
Además, la presencia de tropas españolas en la zona sur del Mar Negro –desplegadas allí marco de una misión de la OTAN, de protección del espacio aéreo de Rumanía, con seis cazas y 130 militares– tampoco ha gustado dentro del Gobierno ruso. El Centro Nacional de Gestión de la Defensa de Rusia anunció la pasada semana en un comunicado que “las fuerzas de la Flota del Mar Negro comenzaron a vigilar las acciones de la fragata española Méndez Núñez de la Armada española que entró en aguas del Mar Negro”.