Según la información publicada por el diario 'El Mundo', Hacienda ha vuelto a poner foco en el rey emérito, Juan Carlos I. Al parecer le habría requerido una justificación de quién se hizo cargo de los gastos derivados de las cacerías a las que asistió a partir de junio de 2014. Es decir, una vez había dejado de ser el jefe del estado.
Son varias solicitudes las enviadas por Hacienda durante el último año para aclarar si el emérito tuvo un incremento no justificado de su patrimonio. En cualquier caso la suma de vuelos, monterías y regalos no superarían los 120.000 euros al año con lo que no estaríamos de un delito sino de una falta administrativa. El rey ha ido remitiendo toda esta información según se iba requiriendo.
Se trataría de investigaciones nuevas que nada tienen que ver con las regularizaciones fiscales que había llevado a cabo el emérito para evitar el delito fiscal por el que le investigaba la fiscalía. Por los viajes que le pagó la Fundación Zagatka.
Se queja don Juan Carlos, según ha hecho saber su entorno, de que ésta es la manera que tiene Moncloa de poner trabas a sus viajes a España. Mantener abierto un "nuevo frente".
Coincidencia o no, esta información se ha conocido justo después de que el emérito renunciara a viajar a Sanxenxo este fin de semana y durante el verano. Por motivos de "índole privado". En un principio la intención de don Juan Carlos era asistir a la séptima edición de la Regata Rey Juan Carlos, que comienza este viernes, para después viajar unos días a Madrid y volver a Sanxenxo el fin de semana siguiente.
Por el momento, se especula que la próxima visita del rey emérito tenga lugar en julio, coincidiendo con la Copa de España de vela.