La desaparición del pequeño Yéremi Vargas en 2007, que fue visto por última vez jugando en un descampado próximo a su casa en Vecindario (Gran Canaria), provocó una fuerte conmoción en toda España hace más de una década y media: 17 años después de la desaparición de Yéremi, la investigación se mantiene abierta, aunque un reciente informe del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Las Palmas (IMLCF) ha dado un nuevo giro a las pesquisas, que todavía no han arrojado resultados claros sobre el destino del menor.
"Desde el punto de vista médico no consta que el menor fuera separado del programa de control de niño sano, por patología alguna", reza el comunicado de los forenses, que podría desmentir que el menor adoleciese de cianosis, una enfermedad crónica relacionada con la corriente sanguínea.
La existencia o no de cianosis es relevante porque sustenta una de las principales hipótesis acerca de la desaparición sostenidas por la familia de Yéremi, que implica todavía más al principal sospechoso Antonio Ojeda 'El Rubio'. La cianosis provoca que la piel del afectado, en situaciones de estrés, se vuelva de color azul por la falta de oxígeno en el corriente sanguíneo.
Durante la investigación acerca de la investigación del menor, el hecho de que Ojeda se refiriese al joven como "niño azul" ante un compañero de celda aportó una evidencia más de la presunta culpabilidad de 'El Rubio', pues la familia defendió que solo un círculo cercano conocía que la enfermedad del niño. Este comentario por parte de Antonio Ojeda llevó al Juzgado de Instrucción Nº2 de San Bartolomé de Tirajana a reabrir el caso en 2021, si bien todavía no se ha hallado una explicación para la desaparición de Yéremi Vargas.
El informe de la Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, que desmiente esta afirmación de la familia, se basa en una recopilación de documentos médico con los que los investigadores han podido reconstruir el historial médico del menor entre su nacimiento entre 1999 y el año 2006: la única patología destacable reflejada en los documentos es un broncoespasmo sufrido por el niño, si bien el informe no menciona ninguna enfermedad crónica como la cianosis.
"De existir otros informes médicos donde haya información a valorar, y que estos peritos no hayan tenido en cuenta, rogamos sean aportados por el letrado para su estudio", apostilla el documento del IMLCF.
Después de que se cerrase una primera investigación, el abogado Marcos García-Montes - que representa a la familia- presentó en 2021 una nueva batería de pruebas que señalaba a Antonio Ojeda como culpable de la desaparición de Yéremi. Aparte de las declaraciones sobre el "niño azul", la defensa de la familia señaló el testimonio de un niño de 11 años que no se tuvo en cuenta en la primera investigación.
Este niño afirmó ver a Yéremi subirse en un vehículo blanco antes de desaparecer - Ojeda posee un Opel Corsa de este color-, aunque el juez no aceptó su declaración por supuestas contradicciones. Antonio Ojeda no ha sido condenado por la desaparición de Yéremi Vargas, si bien pasó 5 años en prisión, entre 2015 y 2019, por agredir sexualmente a un menor.