Las medidas antiabortistas que quiere implantar Vox en Castilla y León ha abierto una crisis en el seno del Gobierno de la Junta. Vox amenaza con romper el acuerdo de coalición que facilitó la investidura del popular Alfonso Fernández Mañueco por incumplir disposiciones acordadas en el pacto de gobierno como el protocolo para mujeres embarazadas que ha suscitado una gran polémica.
Desde el partido de Santiago Abascal ayer aseguraron que "si no se cumplen los acuerdos, tendremos que revisar si seguimos en el Gobierno", comunicó el secretario general de Vox, Ignacio Garriga.
Sin embargo, horas más tarde, Iván Espinosa de los Monteros corregía y descartaba la salida de Vox del Gobierno de Castilla y León: "no es romper el Gobierno, sino reevaluar su capacidad de cumplir los pactos".
El polémico protocolo antiabortista impulsado por Vox ha generado un debate interno en el Partido Popular sobre lo que más le conviene respecto a Vox.
La dirección general del PP prefiere marcar distancia con el partido de ultraderecha y seguir el modelo andaluz, donde Juanma Moreno obtuvo mayoría absoluta en las elecciones autonómicas.
Otras de las opciones que baraja el equipo de Feijóo es aprovechar la crisis con Vox y anunciar un adelanto electoral. Esta posibilidad, sin embargo, no acaba de convencer a Mañueco, que ve peligrar su presidencia en Castilla y León.
La estrategia de Génova pasa por plantear las próximas elecciones generales como un plebiscito entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, y presentarse como la alternativa real a las políticas del gobierno de coalición.