El dilema de Sumar: mantener su agenda social desde el Gobierno o salir y marcar distancia
El PSOE sigue sin reaccionar a los avisos de Sumar a sabiendas de que su salida del Gobierno es improbable en estos momentos.
Madrid |
Sumar no ha encontrado reacción en el Gobierno tras la petición de remodelación. Desde Moncloa han aceptado reunirse con la formación de Yolanda Díaz, pero en ningún caso temen una salida del Gobierno y consideran un error la estrategia que ha escogido la vicepresidenta. No son ellos el enemigo al que enfrentarse deslizan desde Ferraz.
El espacio que dirige Yolanda Díaz afronta un dilema: ¿Qué coste tiene seguir dentro del Ejecutivo si esa presencia no se traduce en capacidad real de presión?
Ante los diferentes escenarios electorales que se avecinan en los próximos meses, el Partido Socialista está dirigiendo su campaña a una elección: PSOE o Vox. Esa disyuntiva deja poco espacio a cualquier fuerza a su izquierda que no haya sabido diferenciarse. Mientras los amagos queden en eso, Pedro Sánchez seguirá firme sabiendo que ninguno de sus socios romperá la legislatura.
Sumar ha perdido credibilidad en sus advertencias. Los comunicados ambiguos y las peticiones de reuniones urgentes que luego no tienen traducción real han quedado en nada.
El vértigo de salir del Gobierno
Dentro del Gobierno, Sumar puede capitalizar medidas como la subida del salario mínimo o el avance de su agenda social. Salirse supone renunciar a esa visibilidad y a ese impacto, además de abrir la puerta a que el PSOE les acuse de irresponsabilidad en plena disputa electoral.
Sumar necesita fijar plazos, establecer condiciones y demostrar que sus advertencias tienen consecuencias. Permanecer en el Gobierno puede valer la pena si permite aprobar reformas profundas. Pero seguir sin capacidad real de presión solo alimenta el relato socialista y empuja al espacio de Yolanda Díaz hacia la irrelevancia.
Las voces más críticas en Sumar
La paciencia empieza a agotarse en Sumar. Diputados del grupo parlamentario cuyos partidos no forman parte del Gobierno, como Jorge Pueyo, de la Chunta Aragonesista, ha asegurado que en su formación lanzarán un debate sobre cómo se relacionará con el Ejecutivo a partir de ahora.
"Es hora de exigir transparencia y responsabilidades políticas. Y, si no hay una respuesta satisfactoria, replantearnos nuestro apoyo y no permitir iniciativas", ha dicho en una rueda de prensa en el Congreso.
Por su parte, la diputada de Compromís Àgueda Micó, integrada en el grupo Mixto, ha dicho en otra rueda que el Gobierno tiene que "ponerse mucho las pilas" porque, si no, ha advertido, "la olla a presión que está encima de la mesa puede acabar reventando".