CRISIS BILATERAL

El desplante de Mohamed VI, última muestra de la complicada relación entre España y Marruecos en la etapa de Sánchez

La última vez que ambos gobiernos celebraron una reunión de este tipo fue en junio de 2015 en Madrid ya que las dos citas previstas en 2020 y 2021 fueron frustradas por Marruecos.

Pedro Sánchez habla de "respeto mutuo" entre España y Marruecos para evitar "lo que ofende" a ambas soberanías

👉 Mohamed VI habla por teléfono con Sánchez en lugar de recibirlo en Rabat

M.P. | Agencias

Madrid | 02.02.2023 14:32

Último encuentro entre Pedro Sánchez y el rey de Marruecos, Mohamed VI, en Rabat. | Efe

Una amplia delegación del Gobierno español -formada por las vicepresidentas Calviño y Ribera y diez ministros socialistas- viajaban este miércoles a Rabat junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para participar en la primera Reunión de Alto Nivel (RAN) que se produce desde junio de 2015, cuando tuvo lugar en Madrid.

Sin embargo, a pesar de que la costumbre es que el rey de Marruecos sea quien reciba al presidente del Gobierno durante una cumbre de esta magnitud, Mohamed VI no se encontraba en Rabat cuando llegó la delegación española, motivo por el cual le emplazó a conversar por teléfono en vez de presencialmente.

A pesar del plantón, Sánchez ha afirmado que España y Marruecos han asumido un compromiso de respeto mutuo que conlleva "evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía".

Esta nueva Reunión de Alto Nivel se produce ocho años después de la última, que tuvo lugar en junio de 2015 en Madrid y después de una crisis bilateral entre ambos países que comenzó en el año 2021.

Abril de 2021: el origen de la crisis bilateral con Marruecos

En abril de 2021, la pandemia estaba todavía en uno de sus puntos más álgidos y desde el Frente Polisario -movimiento de liberación nacional del Sáhara Occidental- contactaron con el Gobierno español para pedir el traslado de su líder, Brahim Gali, debido a que sufría Covid de carácter grave.

La anterior ministra de Asuntos Exteriores española, Arantxa González Laya, dio el visto bueno y el 18 de abril se produjo la llegada de Gali a bordo de un avión medicalizado que aterrizó en la Base Aérea de Zaragoza. Acompañado por otro pasajero del avión, fue trasladado en una ambulancia al hospital de San Pedro de Logroño para ser atendido a causa de una infección severa de coronavirus donde ingresó con el nombre falso de Mohamed Benbatouche.

Aunque la intención era que la noticia no tuviese demasiada repercusión, finalmente trascendió y Marruecos descubrió el paradero del líder saharaui desencadenando una crisis bilateral con España.

Mayo de 2021: llegada masiva de inmigrantes a Ceuta

El endurecimiento del tono por parte de Rabat, que España confiaba en que fuera perdiendo fuerza, tuvo su punto culminante el 18 de mayo de 2021, cuando más de 6.000 inmigrantes cruzaron el paso fronterizo entre Marruecos y Ceuta.

El mismo día de la llegada masiva de inmigrantes, el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, se preguntaba en una entrevista en EFE si España deseaba "sacrificar su relación bilateral" con Marruecos por acoger en uno de sus hospitales al líder del Polisario.

La dimisión de González Laya y el giro sobre el Sáhara

Las tensiones se recrudecieron y desde Rabat se apuntaba a González Laya como responsable del daño en los intereses del país africano. En julio de 2021, la ministra fue cesada y su puesto recayó sobre José Manuel Albares, encargado de arreglar la situación con Marruecos.

Menos de un año después, el 18 de marzo de 2022, el Gabinete Real marroquí difundió una carta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que apoyaba la propuesta de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

Sánchez trasladó al rey Mohamed VI que España consideraba la propuesta de autonomía de Marruecos respecto al Sáhara Occidental como "la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa".

Según la nota del Gabinete Real, en el mensaje Sánchez subrayaba que reconocía "la importancia de la cuestión del Sáhara para Marruecos" y destacaba que los dos países estaban "indisolublemente unidos por afectos, una historia, una geografía, intereses y una amistad compartida".

Este cambio histórico de posición supuso la ruptura con Argelia -país enfrentado con Marruecos y uno de los principales suministradores de gas a España- en mitad del proceso de desconexión europeo del gas ruso provocado por la guerra en Ucrania. A pesar de esto, la prioridad de España era mantener las relaciones con Marruecos y prueba de ello fue que estas no se enturbiaron a raíz del escándalo Pegasus, cuando un informe publicado en 'The Guardian' señaló que Marruecos tenía una lista de 200 teléfonos españoles como potenciales objetivos para ser espiados.

Los motivos del desplante de Mohamed VI a Pedro Sánchez

El periodista Ignacio Cembrero, especializado en el Magreb, ha explicado en Más de uno cuáles cree que son a su juicio los motivos que han llevado al rey de Marruecos a no recibir personalmente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a la Reunión de Alto Nivel (RAN) celebrada en Rabat.

El experto considera que siempre que ha habido una reunión de estas características, el rey de Marruecos ha recibido al presidente del Gobierno e, incluso, en algunas ocasiones, le ha ofrecido una cena. Sin embargo, "esta es la primera vez que no sucede y eso que se supone que ambos países están en una luna de miel".

Según su opinión, entre los motivos del desplante no estaría más que la desgana, la pereza y la predilección que Mohamed VI tiene por el ocio, el descanso y las vacaciones: "No estoy de acuerdo con los titulares que lo achacan todo a una intención política. Yo creo que hay que bucear en la psicología de Mohamed VI para entender que no ha querido acortar sus vacaciones, como también hizo cuando Mike Pompeo estuvo en Rabat en diciembre de 2019".

Sin embargo, aunque la lista de desplantes del rey de Marruecos es extensa, el periodista sí considera que este es el más grave por muchas razones, pero, entre otras, "por los enormes esfuerzos que ha hecho España para llevarse bien con Marruecos, sobre todo, cuando el presidente del Gobierno cambió de posición sobre el Sáhara occidental".