El 13 de julio de 1997 ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco, un concejal del PP en Ermua (Bizkaia) de 29 años, tras mantenerle 48 horas secuestrado.
Esa dramática espera y su desenlace motivó una reacción sin precedentes de los españoles contra ETA, que exigía para la liberación de Blanco el reagrupamiento de los presos de la banda en cárceles del País Vasco.
Decenas de miles de españoles llenaron las calles con las manos pintadas de blanco en alto como respuesta pacífica al desafío terrorista, en lo que después se denominó "el espíritu de Ermua", un movimiento civil y espontáneo sin precedentes contra ETA.
Un espíritu que desde la Fundación Miguel Ángel Blanco no quieren que se olvide y, por ello, han organizado, junto con ayuntamientos y otras organizaciones sociales, 37 actos en toda España que a lo largo de todo el mes de julio rendirán tributo a Blanco.
Hoy mismo, Mari Mar Blanco, hermana del edil asesinado y presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, intervendrá en el homenaje que se le rendirá en Ermua.
Mañana, a las 19.30 horas, se honrará de nuevo la memoria del concejal en el Jardín Miguel Ángel Blanco de Madrid, en un acto al que acudirán la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y la defensora del Pueblo, Soledad Becerril.
Además, el Ayuntamiento de Ermua rendirá tributo a Blanco el miércoles en un acto en el que, por primera vez, se recordará a otra víctima de la banda terrorista del municipio, el peluquero Sotero Mazos Figueras, tiroteado en 1980.
Además de estos actos, la Fundación Miguel Ángel Blanco ha editado con motivo del aniversario un cómic en el que se recoge la historia de Blanco con la que se pretende explicar a los más jóvenes lo que supuso ETA en España, desde el punto de vista de "la verdad de las víctimas".