La segunda se rellena cuando no se cierra el punto de votación y entonces los Mossos tienen especificadas cuatro razones que pueden aducir y una quinta casilla de "otros motivos" en la que pueden explicar la circunstancia concreta por la que no ha sido posible clausurarlo.
Esos cuatro motivos (los agentes pueden marcar uno o varios) son la "negativa reiterada y manifiesta de desocupar el local", la "posibilidad de que se produzcan altercados con peligro para las personas o bienes", la "imposibilidad de los agentes de acceder al centro" y la "presencia de personas vulnerables (niños, personas de edad avanzada...)".
Un tercer apartado recoge la posibilidad de que "solo se cierran las zonas destinadas a realizar los actos preparativos o de votación" y en ella se deben escribir a mano cuáles son las partes del centro que se han clausurado.
También hay un cuarto apartado a rellenar en el caso de que se intervengan objetos como "urnas, ordenadores, papeletas, etcétera", que también se deben especificar a mano.
Los agentes autonómicos visitan desde ayer los centros electorales públicos o en los que se presten servicios públicos en cumplimiento de una orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para impedir la celebración del referéndum convocado para mañana y suspendido por el Tribunal Constitucional.
Decenas de esos centros de votación (la Generalitat ha previsto más de 2.315 centros públicos y privados en todo el territorio catalán) han sido ocupados por padres, alumnos y docentes defensores del referéndum independentista, que pretenden pasar allí todo el fin de semana para evitar que se cierren.
Fuentes de los Mossos han indicado a Efe que no facilitarán información oficial sobre el número de escuelas ocupadas a las que están yendo los agentes, ni tampoco en el caso de que se intervenga material.
Según datos facilitados esta mañana por la Delegación del Gobierno, los Mossos se han personado en unos 1.300 colegios que han sido designados como centros de votación para el referendo, de los que sólo 163 están ocupados por personas que han organizado allí actividades para evitar que la policía impida su uso el 1-O.