Durante su declaración como acusado en la segunda jornada del juicio, Ballester ha señalado que en la época que el Govern balear contrató a la consultoría y después al Instituto Nóos que presidía Urdangarin, él tenía relación con la infanta Cristina y su marido.
A la pregunta de si se ha sentido engañado o usado en su amistad con ellos para tener acceso a la administración o al presidente del Govern, Jaume Matas y poder hacer esos contratos, Ballester ha concretado que el término para describir su sensación es "utilizado".
"La palabra sería utilizado pero te das cuenta con el tiempo y sobre todo viendo como se han acabado desarrollando los temas y cómo al final te das cuenta de que eres un pequeño instrumento. Alguna manera de ser utilizado puede que sí", ha admitido a preguntas de la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete.
Ballester ha contado durante su declaración que estuvo en la boda de la infanta con Iñaki Urdangarin, a quien conocía desde 1988, cuando ambos coincidieron en la residencia para deportistas Blume, tras los Juegos Olímpicos de Seúl.
En el verano de 2003, cuando Ballester acababa de ser designado director general de Deportes, coincidieron en varias ocasiones, Urdangarin le contó que buscaba nuevo patrocinador para el equipo ciclista Banesto y le propuso que fuera el Govern balear. Coincidieron "en su casa, en la mía, en el club (náutico), en diferentes citas que se iban sucediendo con normalidad", ha detallado.
Posteriormente, Ballester, Urdangarin y Matas se reunieron en el Palacio de Marivent para abordar este proyecto. Tiempo después, Urdangarin propuso al entonces presidente organizar dos foros sobre turismo y deporte en Palma.
En el caso Nóos se juzga la presunta trama urdida para beneficia con fondos públicos a entidades creadas por Urdangarin y su exsocio Diego Torres, que percibieron unos 3,5 millones de las administraciones públicas valencianas; 2,5 del Govern balear y 114.000 euros en donaciones del Ayuntamiento de Madrid, así como un presunto fraude a Hacienda.