El socialista madrileño, Antonio Miguel Carmona, que ha sido nombrado nuevo vicepresidente de Iberdrola, se perfila como portavoz institucional de la eléctrica en España y según informa el diario 'El Mundo', ya ha iniciado contactos con miembros del Gobierno para mejorar las relaciones con el Ejecutivo, con los medios y con los inversores.
Este fichaje ha sido muy criticado por la parte morada del Gobierno, calificándolo como un nuevo caso de "puerta giratoria". Esta designación tampoco ha sentado bien al PSOE, desde donde aseguran que no sabían que Carmona ficharía por Iberdrola y le animan a "dar respuestas".
El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha señalado en una entrevista en Radiocable que no es "una buena señal" para la ciudadanía la vinculación entre el PSOE y la empresa energética en una situación de escalada del precio de la luz. Así, considera que lo que hagan excargos del partido "no define" la política de su formación.
"Todos sabemos lo que son las puertas giratorias, la vinculación entre lo público y lo privado, dónde está el límite, la compatibilidad e incompatibilidad de los cargos públicos. Cada uno que lo vincule de la manera que lo considere oportuno. Nosotros lo tenemos claro", ha sostenido.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha recurrido al exdirigente socialista madrileño y doctor en Economía como rostro institucional de Iberdrola. Esta incorporación se produce en una situación de imagen social e inversora delicada de esta gran empresa española y multinacional por el tijeretazo aplicado por el Gobierno a los beneficios de las eléctricas y el daño del hachazo es indescriptible para, sobre todo, inversores en Iberdrola y Endesa. Además, a esto hay que sumar el daño reputacional al sector por la subida de precios.
Los inversores asumen que el Gobierno seguirá irracional y continuará con las medidas después de marzo. Algo que ha expuesto Carmona como un problema en sus primeros contactos como vicepresidente de la empresa recordando la importancia de Iberdrola para el empleo y la transición verde de España.
Todos estos problemas han llevado a Ignacio Galán a buscar un economista mediático con capacidad de convertirse en una especie de portavoz institucional de la eléctrica que explique lo que considera falacias del poder con el sector.