Roca desmiente así el contenido de una carta que Castro ha enviado al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, en la que le informa de que en 2013, poco antes de imputar a la infanta Cristina por segunda vez, un abogado del despacho de Miquel Roca le propuso una reunión en una finca de Palma de Mallorca o Barcelona.
Pedraz instruye en la Audiencia Nacional el caso Manos Limpias-Ausbanc, que investiga a los líderes de ambas organizaciones, Luis Pineda y Miguel Bernad, por estafa, extorsión, amenazas, fraude en las subvenciones, administración desleal y organización criminal; Manos Limpias figura como acusación particular en el caso Nóos.
En el comunicado enviado por Roca, éste explica que un abogado de su bufete, Jaume Riutord, tras hacerse cargo el propio Roca de la defensa de la Infanta, y "en cumplimiento de una costumbre forense de buena práctica judicial", trasladó a Castro su disposición "como me corresponde", para cualquier diligencia judicial.
No hubo, reitera Miquel Roca, "ninguna petición de entrevista", ni el hecho de ponerse a disposición del juez Castro "tenia ningún sentido procesal".
Por eso, indica Roca, "resulta sorprendente e inexplicable la aparición ahora de informaciones en las que se hace referencia a una situación que nunca se produjo".