Según informa la Policía Municipal, el incidente se produjo cuando un trabajador de un servicio de limpieza alertó a varios policías municipales de que una persona había trepado por el andamio del edificio hasta la azotea para, al parecer, suicidarse.
Varios agentes accedieron al lugar y vieron que "el hombre se encontraba muy nervioso, sentado en la cornisa de la azotea, con los pies suspendidos en el aire y dando gritos". Además tenía heridas sangrantes en la cabeza por los golpes que se propinaba contra una barandilla, mientras manifestaba su deseo de quitarse la vida.
Los policías consiguieron calmarle conversando con él durante más de veinte minutos, al tiempo que los bomberos accedieron al lugar. En un momento propicio, uno de los bomberos, asegurado por su equipo, saltó por un lateral y agarró al suicida, cayendo ambos al suelo del andamio.
Se produjo entonces un forcejeo entre ambos y varios agentes saltaron a la estructura para inmovilizar al hombre que ofrecía una fuerte resistencia y evitar que se quitara la vida. Finalmente, lograron rescatar a esta persona que tuvo que ser atendida por efectivos de Samur-Protección Civil.