Sturgeon tiende la mano a Miliband para apartar a Cameron del Gobierno
Debate en televisión de los líderes de los principales partidos de la oposición. Farage muy solo y enrocado en la inmigración como causa de todos los problemas. Segundo plano para Lianne Wood y Natalie Bennet en su cruzada anti-austeridad. Nicola Sturgeon ofrece a Miliband un pacto de gobierno para apartar a los conservadores del poder y éste, que tira de liderazgo, la desestima.
Moderado magistralmente por el veterano periodista David Dimbleby, el debate de los líderes de los principales partidos de la oposición dio para mucho. El gran ausente fue el líder liberaldemócrata, partido en el gobierno durante la anterior legislatura, Nick Clegg. Él quiería haber defendido sus logros y su programa pero no sólo no estuvo sino que apenas fue mencionado. Al contrario que David Cameron, ausente, pero muy presente en los argumentos del resto de los líderes.
En turnos de un minuto de duración Milliband, Wood, Bennett, Sturgeon y Farage contestaron a cinco preguntas de una audiencia que aplaudió mucho a la líder escocesa y abucheó en varias ocasiones al euroescéptico. Las preguntas giraron en torno a si creían justo que toda una generación de jovenes tuviera que pagar la deuda que deja un aumento incontrolado del gasto, sobre la falta de viviendas sociales asequibles, sobre el presupuesto en Defensa a la baja, los riesgos de la inmigración o qué papel esperan jugar en el próximo parlamento. Se coló un tema no previsto en la agenda pero siempre presente casi en cada día de campaña, la sanidad pública.
Sobre el aumento del gasto público, la cuestión sirvió a los diferentes partidos presentar su defensa de políticas en contra de la austeridad, muy vinculada a la segunda cuestión en la que todos coincidieron en la necesidad de construir más viviendas sociales. Asunto que sirvió a Nigel Farage para adelantarse al bloque de la inmigración asegurando que la falta de viviendas asequibles se debe a la cantidad de inmigrantes y ofreciendo edificios gubernamentales para acondicionar viviendas sociales sólo para ciudadanos británicos.
Farage fue muy abucheado durante toda la noche y sólo en su defensa del compromiso de mantener el presupuesto para Defensa en el 2% del producto interior bruto encontró cierto respaldo -y un respiro- por parte de la audiencia. El asunto de la inmigración dio para mucho más.
Miliband rechaza la oferta de coalición de Sturgeon
Pero, sin duda, el punto fuerte del debate llegó al final, analizando qué papel jugarán estos partidos en el próximo parlamento, y tuvo dos claros protagonistas. Ed Miliband y Nicola Sturgeon. La líder del Partido Nacionalista Escocés tiene dos prioridades. Que se escuche la voz de los escoceses en Westminster y apartar del poder a los conservadores de Cameron. Y para esto último dice estar lista para trabajar codo a codo con Miliband que reconoce será el más votado pero no tendrá suficiente fuerza para gobernar solo.
Pero Miliband, lejos de aceptar la mano que le tendió Nicola, se hizo fuerte. Aseguró que las diferencias entre ambos son enormes. Que no puede pactar con alguien que no descarta celebrar otro referendum de independencia como el del pasado mes de septiembre. Que si quiere romper la unidad del reino lo respeta, pero su respuesta a la oferta es un no.
Sturgeon vuelve a la carga y le recuerda que cualesquiera que sean sus diferencias seguro que no lo son tanto comparado con las diferencias con los Tories. Y le advierte que si tiene la oportunidad de apartar a Cameron pactando con el SNP y no la aprovecha, sus votantes no se lo van a perdonar.
Tuvieron una última defensa de sus argumentos que la líder escocesa aprovechó para ofrecer un cambio real porque los británicos no pueden permitirse más austeridad. La líder galesa, Lianne Wood, y la del Green Party, coincidieron en que el partido laborista no está ejerciendo una oposición real, que es más de lo mismo, pero maquillado. Miliband defendió lo mucho que pretende hacer para las familias y los trabajadores recortando el déficit cada año y saneando las cuentas públicas, mientras que Farage tiró de patriotismo en su intervención final para demandar, por enésima vez, el control de las fronteras.
Miliband reta a Cameron
Pero Miliband se guardó un as para esta intervención final. Durante toda la campaña, los conservadores han criticado y atacado al que consideran el punto débil del partido laborista, el liderazgo ejercido por Miliband. Y éste propone un reto. Reta a Cameron a debatir con él cara a cara y que la gente decida.
Y lo cierto es que la cuestión del liderazgo también toma partido en las encuestas. En la realizada por Survation de forma instantánea tras el debate, Milibandse impuso vencedor del debate para el 35% de los espectadores. Sobre quién cree que será el próximo primer ministro de Reino Unido, el 45% cree que Miliband, el 40% apuesta por Cameron.
La cuestión a resolver es... Son mayoría los que creen que Miliband obtendrá el poder suficiente para derribar a su principal rival por sí mismo? O tras ver el debate están más convencidos de que será una coalición entre laboristas y SNP la que lo consiga?
Sturgeon quiso llevarse las llaves del próximo gobierno tras el debate pero si Miliband convence de que no la necesita para gobernar, habrá ganado estas elecciones.