Ignacio Garriga Vaz de Concicao es el más joven de los principales candidatos a la presidencia de la Generalitat. Odontólogo de profesión, nació en Sant Cugat del Vallès en 1987. Su padre era un catalán de origen belga. Debe a su madre, la española guineana Clotilde Vaz de Concicao, fallecida el año pasado por coronavirus, el moreno de su piel y la pasión por la política.
Más conocida como la Cloti, era conocida en Sant Cugat por su militancia en Alianza Popular y más tarde en el PP. Ése fue el gancho de Garriga para aterrizar en las Nuevas Generaciones del PP cuando tenía 18 años y empezaba sus estudios universitarios. También colaboró con el grupo municipal.
9 años después abandonó las filas populares por discrepancias con el discurso moderado de la dirección del partido sobre la inmigración, el matrimonio gay, el aborto o la unidad de España. Garriga siempre ha defendido sus creencias conservadoras. Se considera un humanista cristiano, defensor de la familia – está casado y tiene 4 hijos –, de España y de la libertad.
Antes de llegar a VOX, en el 2014, pasó de puntillas por otro proyecto, Alternativa de Govern, fundado por la ex del PP Montserrat Nebrera. Una aventura política que no cuajó aunque ocupó el puesto número 18 de la lista de la provincia por Barcelona en las elecciones del 2010.
Asentado como odontólogo, encontró en VOX el estímulo que necesitaba para volver a la primera línea política y transformar España en el país que soñaba. Empezó a trabajar en la dirección provincial de Barcelona y en el 2015 lideró en Sant Cugat la única candidatura que se presentó en Cataluña junto a la de Barcelona.
Cuatro años después Santiago Abascal lo llamaría a formar parte de la candidatura al congreso por la provincia de Barcelona. Fue elegido diputado en abril de 2019 y repitió de nuevo en octubre del mismo año. Garriga consiguió atraer el foco de los medios cuando defendió en la cámara baja la moción de censura fallida contra Pedro Sánchez.
Nunca ha dejado Cataluña pero ahora asume el reto de irrumpir en el Parlament con un tono cordial y educado en las formas pero con las ideas muy claras. Rechaza la etiqueta de VOX como partido xenófobo pero defiende combatir la inmigración ilegal para devolver la seguridad a los barrios y acabar con lo que llama la islamización de Cataluña.
También es muy contundente su discurso contra la izquierda y contra el procés. Es partidario de abolir el estado de las autonomías empezando por eliminar los gastos superfluos como el de la televisión pública catalana que considera un altavoz del independentismo.