Francisco Igea Arisqueta, vallisoletano de 58 años. Es médico de profesión especialista en aparato digestivo y trabaja en el Hospital Río Carrión de Palencia desde 1993, donde volvió a ocupar el puesto a petición tras recibir la llamada de Alfonso Fernández Mañueco, su socio de gobierno, que hizo saltar el gobierno por los aires.
“Hola, Paco, que sepas que estás cesado tú y todos los consejeros de Ciudadanos”. Con esa fría llamada, el presidente de la Junta le comunicaba la ruptura de la coalición y pillaba de sorpresa a Francisco Igea en una entrevista en Onda Cero donde acababa de asegurar que no habría adelanto electoral.
Empezó su trayectoria política en 2014 cuando militaba en UPyD. En las elecciones generales de 2015 fue elegido diputado al Congreso por Ciudadanos. En 2019 ganó unas controvertidas primarias a la candidata oficial de Albert Rivera, la expopular y expresidenta de las Cortes, Silvia Clemente, y se alzó posteriormente con 12 procuradores, fue la tercera fuerza más votada, con el 15 por ciento de los votos, convirtiéndose en vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Dos años y medio después, Ciudadanos lucha con todas sus fuerzas para no desaparecer tal y como sucedió en la Comunidad de Madrid.
Con la moción de censura del PSOE, en marzo del pasado año, perdió a una procuradora, a María Montero que pasó a ser no adscrita.
En 2021 ha sido reelegido como candidato a las elecciones autonómicas por la celeridad del adelanto electoral y la urgencia por elegir un candidato sin convocar unas primarias.
Entre sus propuestas, apuesta por una reordenación del sistema sanitario y la Atención Primaria, promete una Estrategia de Salud Pública, un almacén autonómico de contingencia sanitaria y una ley de derechos y garantías al final de la vida, la atracción a jóvenes sanitarios, una estrategia de Salud Mental y defiende el continuo refuerzo de la transparencia y la rendición de cuentas.