Un estudio de Celeste-Tel recogido por Onda Cero, realizado entre el 19 y el 24 de enero con una muestra de 1.100 personas, indica que el Partido Popular ganaría las próximas elecciones que se celebran en Castilla y León el próximo 13 de febrero. Aunque según confirma, Alfonso Fernández Mañueco no conseguiría gobernar en solitario, por lo que necesitaría pactar con otras formaciones de la derecha.
El Partido Popular conseguiría más apoyos que en las últimas elecciones celebradas en 2019, pasando de los 433.905 votos (31,8%) a los 481.965 votos (35,9%). Es decir, subiría de 29 escaños a 34.
Sin embargo, los populares se quedan lejos de la mayoría absoluta (41 escaños) para poder gobernar en solitario, a la que sí llegarían si contasen con el apoyo de Vox, que pasa de 75.731 (5,6%) a los 187.953 (14,0%), es decir, de 1 diputado a 10 en el Parlamento de Castilla y León.
Según esta encuesta, el Partido Socialista (PSOE) pierde 10 escaños, por lo que pasaría de los 35 actuales a los 25. Es decir, perdería 104.010 votantes, ya que en 2019 479.916 apoyaron a los socialistas (35,2%) y ahora pasarían a ser 375.906 personas los que darían su voto (28,0%).
Asimismo, Unidas Podemos registra una ligera subida, pasando e los 2 escaños a los 3 y de los 100.449 votantes (7,4%) a los 88.606 (6,6%).
Si se suman los votos de los partidos conformados por el bloque de izquierdas (PSOE y Unidas Podemos), se quedarían muy lejos de la mayoría absoluta, con 28 escaños de los 41 requeridos y, además, se percibe una notable caída si se comparan con las elecciones de mayo de 2019, donde obtuvieron 37 escaños.
Por su parte, los ex socios en el Gobierno de Castilla y León, Ciudadanos, confirman su declive pasando de los 205.855 votos (15,1%) y los 12 escaños a los 60.413 (4,5%) y un escaño.