Empezamos una carrera de 15 días que terminará el próximo 19 de junio con la proclamación del ganador de estas elecciones. La verdad es que la emoción no está en el nombre del triunfador. Juanma Moreno tiene, salvo hecatombe, todas las papeletas.
Las incógnitas son otras en función de lo que afirman las encuestas. Por ejemplo, cómo de amplia será su victoria, cuánto crecerá Vox, cuánto menguarán los partidos a la izquierda del PSOE y si los socialistas lograrán salvar un número razonable de diputados.
La muestra de la importancia de estas elecciones está en las visitas de los líderes nacionales. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, está hoy en Málaga, Santiago Abascal (Vox) en Sevilla o el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estará el próximo domingo en Almería.
Una campaña que el PP vive por primera vez en la presidencia de la Junta con las mejores perspectivas y que arranca haciendo bandera de su gestión sanitaria. Juan Moreno ha dicho desde el Hospital Militar de Sevilla que vuelve a comprometerse a que
"vamos a darle una vuelta de tuerca más en la mejora de nuestros servicios públicos de salud".
Ninguna encuesta le da la posibilidad a Juanma Moreno de gobernar en solitario, por ello el PSOE pide la movilización masiva de los abstencionistas y en Vox, su candidata, Macarena Olona, le pregunta a Moreno de quién quiere ser vicepresidente.
El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, reclama claridad a Moreno Bonilla sobre los pactos postelectorales y defiende que su partido es la única garantía de continuidad del cambio en Andalucía.