La guerra en Ucrania que comenzó el 24 de febrero de 2022 con la invasión de las tropas rusas, ha derivado en una crisis humanitaria y económica. A causa de las sanciones impuestas por la comunidad internacional a Rusia con la intención de asfixiar económicamente a Vladimir Putin y que detenga el conflicto bélico, Europa se ha sumido en una energética.
Entre las sanciones aplicadas a Moscú se encuentra el embargo del petróleo ruso que vende a la Unión Europea. Sin embargo, Marruecos ha aprovechado estas restricciones para hacer negocio y enriquecerse.
Al parecer, nuestro país vecino ha estado, durante meses, comprándole el petróleo a Putin, cargándolo incluso muy cerca de las costas españolas. Y a continuación nos lo vendían.
Tras saltar esta noticia, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se ha comprometido a estudiar y en su caso sancionar esta práctica llevada a cabo por Marruecos.
"Nuestro compromiso es investigar qué es lo que está ocurriendo con la llegada de combustibles", asegura la ministra. Aunque recuerda "que en principio viene con papeles que acreditan su procedencia correcta" y añade que "ante la menor sospecha lo que corresponde es investigar".