El bono de alquiler propuesto por Pedro Sánchez ha despertado un nuevo enfrentamiento dentro del Gobierno de coalición, con la rotunda oposición de Yolanda Díaz solo unas horas después de que el presidente anunciara la medida.
Sánchez, tras la multitudinaria manifestación en Madrid en defensa del derecho a la vivienda, ha anunciado una medida, por otro lado, ya conocida: un bono de alquiler para los jóvenes de 200 millones de euros. Este bono busca paliar temporalmente el creciente coste de los alquileres en las principales ciudades de España, un problema que ha afectado especialmente a la generación más joven, que cada vez encuentra más complicado emanciparse.
Yolanda Díaz, líder de Sumar y ministra de Trabajo, ha sido categórica en su rechazo a la medida. Desde su perspectiva, entregar ayudas directas al alquiler no solo es insuficiente, sino contraproducente. La solución no es "dar dinero a los rentistas", ha zanjado Díaz en el eventoWorld in Progres. Para ella, el bono es un parche que no resuelve el problema estructural del acceso a la vivienda y, peor aún, podría agravar la especulación al inyectar dinero que, en última instancia, podría ser absorbido por los propietarios en forma de subidas de precios.
Este desencuentro en torno al bono de alquiler se produce en un momento especialmente delicado para el Gobierno. El caso Koldo ha sacudido los cimientos de Moncloa y para muchos esta medida de Sánchez llega como un intento de desviar la atención mediática.
Yolanda Díaz y su equipo han insistido en que es necesario intervenir el mercado de manera más agresiva. Entre las propuestas de Sumar se encuentran la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos para limitar los alquileres turísticos y de temporada, y gravar estos con un 21% de IVA. Además, Díaz ha propuesto limitar temporalmente la compra de viviendas que no se destinen al alquiler o que no sean para primera vivienda en barrios tensionados, una medida que pretende frenar la especulación inmobiliaria en las zonas más afectadas.