Un error en el diseño de los nuevos trenes de Renfe y Adif para renovar los convoyes de Cercanías ha levantado la polémica después de conocerse que sus dimensiones son mayores que la de los túneles de Cantabria y Asturias. Este fallo retrasará hasta dos años el estreno de estos 21 nuevos trenes, que se suma a los 13 años de demora en la llegada del AVE al puerto de Pajares, que tendría que abrirse esta primavera.
Según adelantaron en 'El Diario Montañés' fue el operador ferroviario aportó mal los datos del gálibo a la empresa. Por su parte, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha comunicado que habrá "ceses inminentes" tanto en Renfe como en Adif para "asumir las responsabilidades".
Sin embargo, Raquel Sánchez ha aclarado que los trenes aún no estaban construidos, por lo que únicamente sería corregir el diseño. Es decir, no ha supuesto el gasto monetario tan importante como habría sido el tener que volver a fabricarlos. De hecho, Transportes defiende que "ningún gasto público", pero sí confirman que hay que corregir todos los cálculos con el retraso consiguiente.
Asimismo, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha mostrado su gran enfado y ha calificado esta situación de "mayúscula chapuza" exigiendo que los responsables sean cesados. Según ha declarado es "incomprensible" y espera que "traiga respuestas claras, concisas y contundentes".
El principal responsable de este error en los nuevos trenes es el operador ferroviario que fue quien aportó mal los datos del gálibo a la empresa, por lo que el diseño se adaptó a esas cifras.
No es la primera vez que se viven fallos con los trenes, especialmente en Extremadura, donde el pasado julio un error provocó que en el día del estreno del tren Alvia mandase al tren Alvia por la vía antigua de Badajoz a Mérida, lo que provocó que llegase con retraso a la estación de Atocha de Madrid.
En otra ocasión, el tren Alvia a Extremadura no pudo salir debido a que el conductor suplente no estaba habilitado para manejar ese convoy. Y el tren con el que podrían sustituirlo, un media distancia, no disponía de las plazas necesarias para llevar a todos los pasajeros que habían comprado su billete.
Asimismo, este error de medidas recuerda también a lo ocurrido en 2018 con los submarinos de la Armada S-80, que al principio pesaban demasiado, por lo que no flotaban, así que tuvieron que hacerlo diez metros más largo, pero esto provocó que no entrase en el muelle de Cartagena así que tuvieron que hacer el muelle también más grande.