La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha dicho que intentará pactar a tres bandas la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, aunque ha avisado de que seguirá adelante con esta reforma aunque la patronal no se sume al acuerdo, como ya ocurrió con la subida del salario mínimo.
"Vamos a intentar el acuerdo, si no puede ser tripartito será bipartito (Gobierno y sindicatos), pero vamos a hacerlo en el marco del diálogo social y del Parlamento", ha dejado claro Díaz este lunes durante su comparecencia ante la Comisión de Trabajo en el Congreso en referencia al proceso de diálogo con los agentes sociales que comenzará el jueves.
Ha subrayado su intención de "reducir el tiempo de trabajo para aumentar el tiempo de vida", haciéndolo compatible con el resto de los usos del tiempo, "el reparto equilibrado de las tareas de cuidados, la formación, el ocio o la participación social".
Yolanda Díaz asegura que la reducción de la jornada beneficiará a 12 millones de asalariados en el sector privado y será el principal reto de su departamento, de manera que centrará buena parte de los esfuerzos de la cartera en el marco del diálogo social.
Cree que esta reforma es respaldada también por votantes "de derecha y extrema derecha", según una encuesta a la que ha hecho alusión.
Ha defendido además que la reducción del tiempo permitirá "mejorar la compatibilidad del tiempo de trabajo con el resto de los usos del tiempo, el reparto equilibrado de las tareas de cuidados, la formación, el ocio o la participación social".
A la ministra le gustaría que ese acuerdo para reducir el tiempo de trabajo cuente con el apoyo de sindicatos y patronal, pero no ha descartado la posibilidad de que sea "bipartito" y la parte representante de los empresarios no se sume.
"A mí me gustaría que fuera tripartito, si no puede ser tripartito, será bipartito, pero vamos a hacerlo, eso sí, en el marco del diálogo social", ha explicado.
Díaz ha anunciado durante su intervención que convocará a los agentes sociales para renovar la ley de prevención de riesgos laborales y buscar soluciones conjuntas que permitan erradicar la siniestralidad laboral.
Ha recordado la necesidad de modificar una ley de prevención "que se ha quedado en el siglo pasado" y ha mostrado su disposición a "acabar con esa lacra que son los accidentes de trabajo".
El Gobierno también quiere abordar las patologías relacionadas con la salud mental y su peligrosidad en el trabajo, ha dicho la ministra, quien ha asegurado que garantizará el derecho a la salud laboral de las trabajadoras del servicio de atención domiciliaria y las empleadas del hogar.
También ha situado entre las principales líneas de actuación de su departamento el volver a llevar a las Cortes la reforma del subsidio por desempleo, previa negociación con los agentes sociales, y el retomar el Estatuto del Trabajo del siglo XXI.