Dentro de las pensiones no contributivas se encuentran las pensiones de invalidez y jubilación, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Estas pensiones conciernen a las prestaciones económicas que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo.
Para mejorar la equidad y suficiencia de las pensiones, la reforma que aprobó el Gobierno contempla mejoras en 2024 en las pensiones no contributivas.
Las pensiones no contributivas crecerán también por encima de la revalorización media de las pensiones, hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.
Habrá que esperar a conocer el dato definitivo del IPC de noviembre, que el INE publicará el próximo 14 de diciembre, para confirmar la subida de las pensiones de 2024. A partir de esta fecha en cualquier Consejo de Ministros.
Los requisitos para acceder a la pensión no contributiva de jubilación son: