EVITA EL DESPERDICIO

Qué es el ‘método FIFO’, la forma para organizar la nevera y ahorrar en la compra

La subida histórica de los precios está afectando al consumo de los ciudadanos, por lo que muchos intentan reducir gastos. Descubre aquí un método efectivo para evitar el desperdicio de alimentos.

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ondacero.es

Madrid | 09.09.2022 18:49 (Publicado 09.09.2022 18:45)

Imagen de archivo de varios artículos en una nevera | Unsplash

Un estudio realizado por el portal de empleo Infojobs el pasado mes de agosto señalaba que la inflación ha hecho que 7 de cada 10 trabajadores tengan que recortar sus gastos en productos básicos. Este dato se une a la gran cantidad de desperdicio alimentario que existe en nuestro país e incluso a nivel global.

Los últimos datos del Informe del Desperdicio Alimentario en España 2021, publicado hace un mes, muestra que cada español tiró de media 28,21 kilos/litros de alimentos a la basura el año pasado. Es decir, se desperdiciaron 1.245 millones de kilos/litros de comestibles sin consumir. Por lo tanto, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha optado por compartir un método conocido como "FIFO" para mejorar estas cifras.

¿En qué consiste el método "FIFO"?

Sus siglas corresponden al concepto "First In Fist Out", es decir, lo primero que entra en el frigorífico deberá ser lo primero en salir. Este método de logística es muy común en almacenes, ya que es importante primar la salida de los alimentos que antes alcancen su caducidad. Siguiendo este método, las personas pueden reducir su desperdicio alimentario y ahorrar al mismo tiempo, ya que podrán organizarse mejor las comidas y dejar de gastar dinero en más comida.

Para facilitar la implantación del "FIFO" en los hogares, se pueden realizar pequeños movimientos como poner los productos que se caduquen antes a primera vista. Además, existen una serie de pasos que se pueden seguir para realizarlo de manera más eficiente:

  • Combina cosas similares. Junta los alimentos por grupos, es decir, asigna un lugar para cada cosa dentro del frigorífico.
  • Deja los artículos comprados más recientemente en la parte trasera. Así darás paso a los que se caducan antes.
  • Cuando prepares una comida, utiliza los alimentos más antiguos.
  • Mantén este sistema, siguiendo el mismo orden cada vez que salgas a comprar.

Cómo colocar los alimentos siguiendo el método "FIFO"

Este método señala unos cajones específicos para cada tipo de alimento. La razón detrás de esta elección es la temperatura del aparato, que resulta diferente en cada una de las baldas. Los frigoríficos suelen estar regulados entre los 3 y los 5 grados centígrados, siendo la parte alta la más templada y la baja más fría.

Por lo tanto, los consumibles tendrían que distribuirse siguiendo el siguiente esquema.

Puerta

Esta zona sufre de temperaturas con oscilaciones y, por lo tanto, no es un sitio adecuado para mantener productos que necesiten una temperatura constante.

Este es un buen lugar para guardar zumos, refrescos, bebidas alcohólicas, productos más imperecederos como la mermelada, la mantequilla y las salsas.

Balda superior

Cuanto más arriba de la nevera se encuentre el producto, estará más inclinado a mantenerse en una temperatura templada. Aquí tendrán que colocarse los alimentos que estén preparados para comer.

Este es un buen lugar para guardar productos lácteos como leche y yogures, conservas y huevos.

Balda central

Este tiende a estar a una temperatura intermedia, pero continúa siguiendo el mismo patrón que la balda superior. Por lo tanto, aquí se deberán mantener los productos ya preparados.

Este es un buen lugar para guardar platos cocinados, embutidos, postres, quesos.

Balda inferior

Muchas veces, esta puede ser un cajón en vez de una balda. La temperatura de esta zona tiende a ser más fría.

Este es un buen lugar para guardar frutas, verduras y hortalizas. Siempre tendrán que mantenerse cerradas en bolsas o contenedores y deberán ser lavadas antes de su consumición.

Cajón de frío

Este es el sitio más frío de la nevera y, por lo tanto, está destinado a contener los productos más sensibles al cambio de temperatura.

Este es un buen lugar para guardar productos crudos como pueden ser carnes y pescados. También pueden colocarse productos perecederos o que se encuentren descongelándose. Es importante recordar que tienen que estar correctamente tapados para evitar la contaminación cruzada.

¿Cómo se pueden conservar los alimentos de manera más eficiente?

En una publicación de Twitter publicada por la AESAN, se recomienda seguir unos pasos para la conservación adecuada de los comestibles dentro de un frigorífico:

  • Realiza una limpieza profunda de la nevera una vez al mes.
  • Mantén la temperatura máxima de la nevera en 4 grados centígrados.
  • Presta especial atención a las fechas de caducidad o consumo preferente.
  • Nunca juntes alimentos crudos y cocinados.
  • Prueba el método "FIFO" para distribuir los alimentos correctamente en la nevera.
  • Utiliza recipientes cerrados, evitando guardar la comida directamente en sartenes o cazuelas.
  • Refrigera o congela productos cocinados.

Alimentos que se pueden consumir pasada la fecha de "caducidad"

Pese a que gran parte de los productos de alimentación acaban deteriorándose rápidamente, existen ciertos productos que pueden aguantar una vez ha pasado su fecha de caducidad o de consumo preferente. Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha creado una lista de comidas que se pueden consumir días o hasta semanas después de este plazo sin poner nuestra salud en riesgo. Aun así recomiendan prestar atención al aspecto, sabor, textura y olor de la comida para conocer si está en condiciones de ser comido.

Entre los alimentos destacan los yogures, el pan de molde, las patatas fritas de bolsa, los frutos secos, la bollería industrial, las galletas, los refrescos, las bebidas alcohólicas, la pasta, el arroz, las legumbres, las mermeladas, las mantequillas, los embutidos, los quesos curados, las sopas y las salsas de sobre. En cambio, hay que prestar especial cuidado con los alimentos frescos de origen animal como las carnes, pescados y quesos frescos. Estos tienen una mayor probabilidad de generar microbios portadores de enfermedades como las intoxicaciones.